Viajaba en los bajos de un camión de transporte, pero su trayecto se vio truncado por la fatalidad. Un joven inmigrante falleció ayer tras caerse o salirse de la posición en la que se encontraba y quedar aplastado por los amortiguadores del vehículo, según las primeras hipótesis con las que trabajan los investigadores. La Guardia Civil se desplazó hasta el lugar del siniestro para investigar los hechos.

El accidente ocurrió ayer sobre las cinco de la tarde, en la autopista de peaje AP – 7, a la altura del término municipal de Manilva (justo antes de llegar al puesto de peaje ubicado en sentido Málaga), en el kilómetro 142, según informaron a este periódico efectivos del Sistema Emergencias 112 Andalucía y del Centro del Control del Tráfico en Málaga. La víctima, cuya identidad y nacionalidad no fue precisada por las fuentes, tenía 20 años. Los servicios sanitarios desplazados hasta el lugar no pudieron hacer nada por salvar la vida del joven, que falleció en el momento en el que se produjo el accidente. El levantamiento judicial del cadáver se realizó sobre las siete de la tarde.

Un particular dio la voz de alerta a los servicios sanitarios y a la Guardia Civil sobre las 17.05 horas tras observar los hechos. A consecuencia del atropello se produjeron retenciones de vehículos kilométricas en ambos sentidos en esta autopista y se tuvo que cortar uno de los carriles en sentido Málaga para facilitar la labor de los investigadores, que al cierre de esta edición seguían recabando datos. La circulación se consiguió normalizar antes de las ocho de la tarde, según explicaron desde el Centro de Control del Tráfico de Málaga.

Una tragedia similar

La tragedia sucedida ayer en Manilva guarda similitudes con la que se vivió el pasado marzo en la A – 7, a la altura de Benalmádena. En aquella ocasión, un inmigrante falleció tras producirse un incendio en el camión en el que viajaba como polizón. La víctima estaba escondida entre las ruedas y el motor del vehículo, que salió de Tánger con destino a Alemania. El conductor intentó apagar el fuego con un extintor, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Este joven, de 21 años y de nacionalidad marroquí, había sido detenido por estancia irregular en nuestro país y tenía abierto un procedimiento de expulsión.

La ruta de este camionero comenzó en Tánger, donde cargó el vehículo con mercancía textil fabricada en Marruecos destinada a su comercialización en Europa. Sólo se separó del tráiler en el barco. En Algeciras pasó varios controles más. El camionero emprendió el viaje de vuelta rumbo a Alemania sin la menor sospecha de que iba acompañado. Cuando circulaba por la autovía A – 7, a su paso por Benalmádena, detectó que había problemas en el motor. Observó que salía humo y se detuvo en la cuneta en la cuesta del Higuerón, a la altura de la urbanización Veracruz, en el kilómetro 220 de la carretera.

Cuando se bajó del camión, escuchó los gritos de auxilio de una persona, que pedía ayuda y que parecía encontrarse dentro del motor. Los chillidos cesaron y un amplio retén de policía, Guardia Civil y bomberos de Benalmádena tomó la carretera. Para entonces, el incendio ya se había extendido por toda la cabina del camión.

En un primer momento, los agentes creyeron que el inmigrante había conseguido salir de su escondite y escapar campo a través. Pero al inspeccionar el tráiler descubrieron la trágica realidad. Los bomberos encontraron el cuerpo sin vida de la víctima junto a unos documentos que al parecer portaba.