inmigración

Inglaterra no es Arizona

La Vanguardia, , 01-05-2010

No hay ni remotamente tanta tensión como en Arizona, pero la cuestión de la inmigración levanta también muchas ampollas en el Reino Unido. Es un debate lleno de hipocresía, porque cuando las cosas van bien los británicos quieren tener jardineros, paletas y niñeras de allende los mares con sueldos muy inferiores a lo que piden los nativos, y en tiempos de recesión, ´que se vayan a su casa´. El candidato liberal demócrata

Nick Clegg es el único que coge el toro por los cuernos al proponer una amnistía para todos aquellos ilegales que lleven por lo menos diez años en el país y estén dispuestos a pagar impuestos y compensar las irregularidades del pasado con horas de servicio comunitario. Ello le ha valido las críticas de sus dos rivales, Cameron y Brown, que apelan al voto populista y nacionalista británico no exento de toques de xenofobia. El conservador alega que la entrada anual de 140.000 extranjeros es insostenible, y propone una cuota. El laborista se escuda en el sistema del carnet de puntos a la australiana, que da prioridad a los aspirantes que hablen inglés, tengan conexiones en el país, carezcan de antecedentes penales y trabajen en sectores donde haya demanda de mano de obra que los locales no pueden satisfacer.

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