Contra la xenofobia de Albiol

La Vanguardia, , 28-04-2010

XAVIER García Albiol, concejal por el Partido Popular (PP) del Ayuntamiento de Badalona, y aspirante a su alcaldía, repartió el sábado en dicha ciudad un díptico de claro contenido xenófobo. En él se relacionaba directamente la inmigración con la delincuencia y, entre otras fotos, se publicaba una en la que aparecía un letrero con esta inscripción: “No queremo rumanos” (sic); y aún otra que mostraba a tres rumanos sobre la siguiente pregunta: “¿Tu barrio es seguro?”. Esta iniciativa del populista Albiol, en cuyo currículo figuran ya otras de acentos racistas, causó preocupación y rechazo en la sede central del PP, donde fue calificada de “extremadamente desafortunada”. También Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP en Catalunya, tomó anteayer distancia de Albiol. “Pido disculpas si alguien se ha podido sentir ofendido, la delincuencia no tiene nacionalidades”, declaró. Todo un progreso: el sábado había acompañado al concejal badalonés en su recorrido por el mercado de La Salut y repartió unos folletos que debió leer y valorar antes.

Badalona es la tercera ciudad catalana – 220.0000 habitantes, un 14% de ellos extranjeros-y como tantas otras intenta superar los problemas de convivencia asociados a la inmigración. Son diversos los factores que enconan esta convivencia, desde la diversidad de las culturas llamadas a coexistir en un mismo espacio hasta la deteriorada situación económica, que tensa las relaciones entre colectivos étnicos. Nadie va a negar el potencial explosivo de esta realidad social. Ni la necesidad de usar todos los instrumentos disponibles para mantenerla bajo control y pacificarla. Pero si algo está claro es que los instrumentos esgrimidos por Albiol, ya sean de su cosecha o tomados prestados de formaciones ultraderechistas, son obsoletos e inadmisibles. El PP, que se postula como alternativa de Gobierno, no puede dejar sin castigo a quien incurre en la xenofobia. Por muy cercano que esté a alcanzar una golosa alcaldía, que sería el mayor núcleo de poder local conquistado por el PP en Catalunya.

La política sobre inmigración no debe basarse en generalizaciones ni en estereotipos caducos. Es posible que algunos extranjeros se hayan instalado entre nosotros fiando su sustento a la práctica delictiva; o que se hayan visto abocados a ella. Es seguro que sus lesivos hábitos de conducta se asemejan muy poco a los de la inmensa mayoría. Pero ante esta delicada realidad, las soluciones groseras y expeditivas se revelan al punto inadecuadas, poco inteligentes. El mundo globalizado tiende hacia la complejidad. Y lo que debe exigirse a nuestros gobernantes es un conocimiento detallado y puesto al día de lo que sucede en sus ciudades, así como unas firmes políticas de integración y, siempre que ello sea preciso, la persecución de las conductas antisociales. Estudios como el efectuado por el Ayuntamiento de Barcelona, y difundido ayer por La Vanguardia,atestiguan que la inmigración es un fenómeno cambiante; que junto a los desocupados engloba a titulados universitarios; que en él alienta, al lado de bolsas de marginación, un mensaje de futuro.

Los inmigrantes de hoy están llamados a convertirse mañana en ciudadanos de pleno derecho. El PP lo sabe: no es casual que Mariano Rajoy hubiera previsto visitar la Feria de Abril de Barcelona (aunque lo haya anulado). Y por ello debe cortar de raíz y prescindir por completo de discursos como el de García Albiol.

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