La gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer, asegura que aplicará una nueva ley sobre inmigración sin apelar a la individuación racial, pero al menos dos organizaciones preparan objeciones legales y México advirtió que la ley afectaría las relaciones fronterizas.

Brewer dijo que la reacción de sus críticos era exagerada y que no permitirá la individuación racial.

La ley criminaliza estar ilegalmente en el país, permite a la Policía interrogar a las personas sobre su situación inmigratoria si sospecha que son indocumentadas. También determina que es ilegal contratar a jornaleros ‘sin papeles’ o transportarlos sabiendo su situación.

Mientras, cientos de manifestantes protestaban frente al Capitolio estatal, por considerar que la ley conducirá a abusos de los derechos humanos.

El presidente Barack Obama calificó la ley de “descaminada”, encomendó al Departamento de Justicia determinar si es legal y agregó que es necesario que el gobierno federal aplique una reforma inmigratoria a nivel nacional, a riesgo de dejar abiertas las puertas a la irresponsabilidad ajena.