Fátima, Latifa y Manar acudieron ayer al Camilo José Cela sin el velo. Las tres amigas de Najwa Malha que por tercer día consecutivo no fue a clase se habían presentado desde el pasado viernes con el ‘hiyab’ a las puertas del centro. Era la forma de protestar contra la medida del instituto y mostrar su apoyo y solidaridad a su compañera. Sin embargo, debido al aumento de la tensión en Pozuelo y los roces con algunos alumnos del instituto han preferido cejar en su actitud por recomendación de sus familiares. «Las niñas no se quieren enfrentar con nadie. No quieren problemas», explicó Hadir Zerrad, padre de una de las jóvenes, que mostró su temor por que la situación empeorase. «Las chicas van solas y no queremos que les pase nada», añadió.
Las tres adolescentes habían manifestado su intención de mantener su lucha «hasta el último día». Sin embargo, la presión por la excesiva expectación mediática y las pegatinas xenófobas en contra del Islam del partido de ultraderecha Democracia Nacional con las que amaneció la fachada del centro, preocupó a sus progenitores. Según Zerrad, la propia Najwa agradeció sus muestras de apoyo, pero les pidió que abandonasen la protesta.
Ley de Libertad Religiosa
La polémica decisión del instituto de apartar a la joven Najwa Malha por llevar el ‘hiyab’ en el aula está provocando una cauta, pero incesante reacción de los dirigentes políticos. Ayer fue el turno del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, quien señaló que el problema debe ser abordado en la nueva Ley de Libertad Religiosa en la que trabaja el Ejecutivo y que debe sustituir a la aprobada en 1980 para adaptarse a los tiempos actuales: «En estos 30 años la sociedad española ha evolucionado muchísimo desde el punto de vista religioso».
En la legislación actual la decisión sobre el uso del velo islámico depende de la normativa interna de cada centro. Por eso en una misma localidad, como Pozuelo, existen unos institutos que prohíben acudir a clase con la cabeza cubierta y otros más permisivos. El titular de Justicia consideró «más necesaria que nunca» una normativa estatal para unificar criterios y «clarificar» el uso de estos símbolos en los espacios públicos. Pero quiso matizar la diferencia entre espacios públicos de servicio estatal de otros lugares públicos, como la calle. Esta puntualización es de importancia en un momento en el que distintos países, como Francia o Bélgica, preparan una ley para erradicar el ‘burka’ por denigrar a la mujer.
Tras el revuelo generado por el caso de la joven de 16 año, Caamaño pidió sentido común para no caer en debates erróneos, por lo que pidió proporcionalidad en las medidas. «Todo el mundo entiende que no es lo mismo un ‘burka’ que un velo» afirmó.
«Decisión aberrante»
Mientras tanto, las asociaciones islamistas siguen en pie de guerra, preparando movilizaciones y acciones judiciales. La Federación Musulmana de España fue la más clara en expresar su oposición a la exclusión de Najwa Malha del instituto y su presidente, Yusuf Fernández, anunció un recurso ante el Tribunal Constitucional por lo que considera una «violación de los derechos humanos». Además, acusó a la dirección del centro de «islamofobia» por tomar una decisión «aberrante».
Las reacciones desde las asociaciones islámicas españolas son innumerables. También desde Internet y las redes sociales. En Facebook se ha creado un foro bajo el lema ‘Apoya a Najwa Malha’ para recoger firmas en contra de la decisión del centro escolar.