A. M. Y.
MADRID

«No se permitirá el uso de gorras ni de ninguna otra prenda que cubra la cabeza». Esta prohibición del instituto Camilo José Cela de Pozuelo de Leganés, en el que la adolescente de 16 años Najwa Malha no podrá seguir asistiendo a clase porque lleva hiyab, forma parte del reglamento interno del 40% de los centros públicos de secundaria de la Comunidad de Madrid. Además, un 70% exige «vestir con decoro». La consejera de Educación, Lucía Figar, esgrimió estos porcentajes como muestra de respaldo a todos los centros educativos «en el cumplimiento de sus normas».

AMENAZA AL PADRE Figar reconoció que ha habido algún otro conflicto con alumnas que querían llevar el pañuelo «vulnerando las normas del centro», pero se contactó con la familia y, tras mediar, «lo entendieron y la joven se quitó el pañuelo». La consejera confió en que en el caso de Najwa «se haga de esta manera también». No obstante, aseveró que ha visto una «actitud de desafío» en el padre de la joven y le advirtió de que si decide que su hija siga sin ir a clase, el caso «se pondrá en manos del fiscal porque el padre vulnera el derecho a la educación de la niña».

TRES OPCIONES Najwa y sus progenitores no han decidido aún si renunciar al hiyab y adaptarse a la norma, cambiarse a un centro cercano donde no se prohíbe, o insistir en continuar llevándolo en clase en el Camilo José Cela, aun exponiéndose a que la chica no pueda acceder al aula. Un amigo de la familia explicó ayer que la joven lleva dos días de baja médica tras ser atendida el lunes por la noche tras un ataque de ansiedad. «Está decidida, por encima de todo, a no quitarse el hiyab y menos para volver al centro que la expulsa. Sería como renegar de sus creencias, una humillación», comentó.
El padre, Mohamed Malha, eludió ayer los contactos con la prensa, pero, según sus allegados, tiene la intención de seguir recurriendo el reglamento del instituto por «discriminatorio por razón de religión» y la decisión del consejo escolar, primero ante la Comunidad y después ante los ministerios de Justicia y Educación y los tribunales.
Cuatro compañeras españolas de Najwa de origen musulmán acudieron ayer por tercer día al instituto con el hiyab como muestra de apoyo. Las chicas dijeron que Najwa está «muy nerviosa», se pasa «todo el rato llorando» y no sabe qué hacer. También les ha pedido que dejen de apoyarla porque no quiere que «tengan problemas» y «sufran». El primer día se les abrió un parte por su acción. Ahora acuden con el velo y se lo quitan para entrar en clase.

PEGATINAS ULTRAS Mientras, los profesores denunciaron una «malintencionada campaña mediática» contra el instituto, y ultraderechistas del partido Democracia Nacional aprovecharon para hacer propaganda antiislámica con pegatinas y mensajes xenófobos en el muro de la puerta de acceso. Fueron retiradas por los compañeros de Najwa.