Francisco Jesús Pérez (Fesormu), Carmen Gil (Famdif), Pablo Jaquero (Red de ONG de Lucha contra la Pobreza), y Joaquín Barberá (Feaps), ayer, en la presentación de la campaña. :: EDU BOTELLA / AGM

30.000 murcianos en riesgo de exclusión social o con alguna discapacidad necesitan de la solidaridad de los contribuyentes para poder seguir beneficiándose de las ayudas y programas que desarrollan las ONG de la Región. Por eso, las principales organizaciones han lanzado una campaña para animar a los ciudadanos a marcar la casilla de fines sociales en la declaración de la renta. Con este pequeño gesto destinarán el 0,7% de lo que pagan a Hacienda a quienes más lo necesitan. Este año, marcar la ‘X’ es más urgente que nunca, porque la crisis ha disparado el número de personas en situación de pobreza. Las ONG tienen que hacer frente a más necesidades pero cuentan con menos dinero, porque todas las administraciones han recortado las ayudas.

El año pasado, el 40,1% de los contribuyentes murcianos marcaron la casilla de fines sociales, bien de forma exclusiva o conjuntamente con la ‘X’ de la Iglesia Católica. Los murcianos se decantan por las ONG en menor proporción que el resto de los españoles (en el conjunto del país el porcentaje es del 46,8%). En contraposición, en Murcia el 45,5% de los ciudadanos elige a la Iglesia, frente al 34,38% de los españoles.

Las organizaciones sociales dejan claro que no existe competencia alguna entre una casilla y otra. «Al ciudadano le cuesta lo mismo marcar una opción o las dos. No implica pagar más a Hacienda; esto debe quedar claro. La única diferencia es que si se simultanean ambas casillas, en lugar de destinarse el 0,7% se destina el 1,4%», explica Joaquín Barberá, vicepresidente de la Federación de Asociaciones en Defensa de Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps). «A través de la ‘X’ en fines sociales se ayuda también a organizaciones católicas como Cáritas», subraya.

Con los 263 millones de euros que el año pasado se recaudaron en toda España por esta vía se financiaron más de mil programas sociales que beneficiaron a más de cinco millones de personas. La mayor parte de las ayudas fueron destinadas a personas mayores (55 millones de euros, el 29% del total), a discapacitados (44 millones, 23,5% del total) e infancia y familia (20 millones, 10,8%). El dinero recaudado a través del IRPF también llega a programas de inclusión social , inmigración, mujeres , jóvenes, promoción del voluntariado, drogodependientes y personas con VIH, entre otros.

Más necesario que nunca

La solidaridad de los contribuyentes es hoy más útil que nunca. «Las necesidades han crecido en todos los campos fruto de la crisis», admite Pablo Jaquero, representante de la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, que agrupa a ONG como Cáritas, Traperos de Emaús, Cruz Roja, Cepaim o Secretariado Gitano. El problema es que al mismo tiempo que aumenta el número de personas que necesitan atención, disminuyen las ayudas que llegan de las administraciones. «Hemos notado una reducción en general», explica Jaquero. Uno de los capítulos donde el recorte es más sangrante es en Inmigración. Algunas ONG, como Cepaim, han sufrido una caída «del 40%», sobre todo por la disminución de las ayudas que llegan del fondo estatal que reparte el Ministerio.

También se han reducido las ayudas de los ayuntamientos y de la Comunidad Autónoma. Así, los convenios del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) con las organizaciones sociales, consignados en los Presupuestos Regionales de 2010, han caído de media un 6%. Algunas ONG han visto como las ayudas que otros años recibían de la Consejería de Política Social directamente han desaparecido.

Las asociaciones confían en la solidaridad de todos para hacer frente a los retos de la crisis. El año pasado, 800 proyectos que dependían de la casilla de fines sociales se quedaron sin cubrir por falta de fondos. Si todos los contribuyentes marcan este año la ‘X’, esos programas podrán hacerse realidad.