El servicio municipal de atención a las prostitutas ayudó en 2009 a 406 mujeres, un 25% más que el año anterior.

BARCELONA – Las fotografías de unas prostitutas –subsaharianas– en plena actividad bajo los portales de la Boquería hizo estallar, a la vuelta del verano, el problema de la prostitución callejera en el corazón de Ciutat Vella. Mientras en los plenos del Ayuntamiento de Barcelona y del Parlament de Catalunya discutían si la ordenanza de civismo es útil, si hay que crear «barrios rojos» como los de Amsterdam o si la regularización de la prostitución es posible, la Agencia del Abordaje Integral del Trabajo Sexual (Abits), que entró en funcionamiento en 2006 como contrapeso a la ordenanza de civismo, trabajaba en el anonimato.
La otra inmigración
La Abits se encarga de contactar con prostitutas que ejercen en la calle para ofrecerles información y ayuda social y sanitaria, además de la posibilidad de entrar en un programa de inserción laboral. Nadie como ellos conoce el panorama de la prostitución callejera.
En 2009, atendió a 406 mujeres, un 25 por ciento más respeto al año anterior. En parte, porque se han incrementado las zonas de intervención, el personal y los recursos de 480 a 580.000 euros –para 2010 hay presupuestados 723.00 euros–. Pero también porque han irrumpido las mafias nigerianas. El 15 por ciento de las mujeres atendidas era subsahariana, la mayoría, mujeres de Nigeria, Gabón o Senegal, que contrajeron una deuda con mafias que transportan a inmigrantes. Suelen ser jóvenes, algunas incluso, menores de edad y, a diferencia de las del Este, no trabajan con proxenetas, sino que son  sometidas desde lejos. La mayoría de ellas representa el 25 por ciento de prostitutas que ejercen en la calle y están en situación irregular.
El 80 por ciento de las prostitutas que trabaja en la calle es inmigrante y de éstas un 72 por ciento tiene papeles, en parte, gracias a que Rumanía y Bulgaria se han integrado en la Unión Europea. Porque el grueso de trabajadoras sexuales, un 37 por ciento, es de nacionalidad rumana; un 23 por ciento es latinoamericana, el 17 por ciento es española y un 5 por ciento, marroquí. Su principal ámbito de trabajo es Ciutat Vella, las calles Robadors, Sant Ramon, Joquim Costa, Sant Rafael, Ferran i Esparter, la Rambla, la Rambla del Raval, las rondas Sant Pau y Sant Antoni y la plaza Salvador Seguí. También están en tres zonas de Sant Martí, detrás del Zoo; en los alrededores de la Estació del Nord y en los alrededores de Glòries. La Abits abordará en 2011, Les Corts.

Dejar la calle
Recolocación laboral
- Desde 2006, el Ayuntamiento tiene un convenio con la Fundación Surt para recolocar a prostitutas que quieran dejar la calle. En cuatro años se ha formado a 81 mujeres, de las que 56 están trabajando, sobre todo en el sector sociosanitario.
Lloc de la Dona
- Esta entidad ofrece un curso de auxiliar de enfermería en geriatría a través del cual se reinsertaron 27 de mujeres en el mercado laboral entre los cursos 2008 – 2009 y 2009 – 2010.
programa sicar
- En 2009 ofreció  residencia a 42 mujeres víctimas de la explotación sexual.