Una mujer de 34 años de edad y de nacionalidad colombiana apareció muerta y con tres tiros en la cabeza en el cuarto piso de la escalera A del edificio Luz de Dénia, en la calle Metge Manuel Vallalta de la partida de la Pedrera.

Un trágico suceso envuelto de un misterio que sorprendió al centenar de vecinos que vive en el bloque, en su mayoría de alquiler y familias de inmigrantes procedentes de Sudamérica que prácticamente no se conocen, según sus testimonios.

El titular del juzgado número 3 de Dénia, Javier Reyes, decretó el secreto de sumario sobre el caso, a la espera de que la investigación que lleva a cabo la Brigada Judicial de la Policía Nacional de Dénia y Alicante aporte más datos. También se espera que la autopsia desvele la hora exacta de su muerte y las circunstancias.

La víctima vivía sola en su casa, y tan sólo algunos vecinos, que la policía mantuvo alejados de los medios de comunicación, escucharon a mediodía el estruendo de los disparos que, según apuntaron, sonaron como cohetes. Y es que en el suelo de la entrada de la casa junto a la puerta donde yacía el cuerpo de esta mujer estaban también los casquillos del arma de fuego utilizada, al parecer, una pistola.

La puerta del domicilio no estaba forzada, ni se encontró el piso revuelto, por lo que todo apunta a que la víctima conocía su agresor.

Nadie parecía haber visto algo ayer, pero la víctima, murió de tres balazos en la cabeza al medio día, justo cuando los niños del colegio de al lado, hacia donde se abren los balcones, disfrutaban del recreo, por lo que cualquier aterrado sonoro, pudo diluirse entre los gritos de los escolares en el patio.

Fuentes cercanas a la investigación descartaron, prácticamente con total seguridad, que se tratase de un asesinato por violencia de género. La aparición del cadáver justo en la puerta y que el cuerpo no presentara signos de violencia avalan esta tesis.

A pesar de todo, la policía no cierra ninguna opción de este enigmático crimen, ya que, al menos una vecina, aseguró que hace dos días escuchó una fuerte discusión entre un hombre y una mujer procedente del piso donde fue encontrado el cadáver de la mujer.

Se trata de una joven que mantenía al día el pago del alquiler del piso, el agua y la luz, y que en opinión del dueño de la casa, aparentemente era una mujer normal y tranquila.

Pero en lo que coinciden todos los vecinos que entraron y salieron de la finca tras ser identificados por los agentes es que en ese edificio de unos cien apartamentos había siempre muchos corrillos de entrada y salida de personas ajenas a las viviendas.

De hecho, una vecina dijo que descartaron volver a arreglar portero automático de la puerta principal tras haber sido roto en cuatro ocasiones seguidas.

La frençetica tarde comenzó a las 16.50 horas. Los efectivos de la Policía Nacional irrumpían en el cuarto piso de la escalera A de Luz de Dénia tras el aviso de uno amigo de la víctima. Allí, nada más entrar en la vivienda, yacía el cuerpo sin vida de la mujer.

Los agentes precintaron el ascensor y la escalera que daba acceso a la vivienda para tomar cualquier muestra que pudiera esclarecer lo sucedido en esa vivienda. También, la zona del garaje fue minuciosamente inspeccionada.

Los trabajos de la Policía también traspasaron la urbanización para rastrear los solares de alrededor de la vivienda por si el asesino se deshizo del arma homicida por el lugar. Los agentes llegaron a incluso a vaciar los contenedores de basura de los que rescataron una bolsa de desperdicios que podrían ayudar a esclarecer los hechos.

Al cierre de esta edición no había trascendido mucho más y lo sucedido seguía aterrorizando a los vecinos a medida que avanzaba la noche.

A las 20.30 horas, el cadáver de la mujer atravesaba la puerta de la urbanización llevado por los operarios de la funeraria. Sólo los agentes de la Policía, los medios de comunicación y apenas dos vecinos asomados al balcón eran testigos de la salida de un cuerpo sin vida que se llevaba consigo un misterioso asesinato, todavía por esclarecer.

La investigación tiene abiertos todos los frentes y ha empezado a descartar móviles como el robo o la violencia de género. Sin embargo, el trabajo está en marcha para esclarecer quién asesinó a esta mujer y qué le llevó a hacerlo.

Parece ser que recibía visitas en su domicilio y otro vecino, también colombiano, dijo conocerla y que llevaba una vida bastante discreta con la comunidad de vecinos, con los que apenas se relacionaba.