Las buenas notas de los padres

Las Provincias, E. BARDISA | VALENCIA., 06-04-2010

Carmen, Radja, Said, Raúl Ernesto, Kornelia, Isaac, Lylian, Cristina, Aleksander… todos tienen entre once y doce años y van juntos a la misma clase en un colegio del barrio de Ruzafa, pero como dice el refranero español: «cada uno es de su padre y de su madre». Es decir, sus orígenes se pierden en Moscú, Sofía, Valencia, Maracaibo o Guayaquil, aunque ahora comparten vida y estudios en la Comunitat Valenciana.

Para analizar hasta qué punto el porcentaje de alumnos inmigrantes en las aulas influye en los resultados académicos, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) puso en marcha un estudio entre alumnos de sexto de primaria. El resultado demuestra que esta circunstancia no influye en los resultados, pero sí desveló que la educación y profesión de los padres determina de manera significativa el rendimiento académico de sus hijos.

«El número de inmigrantes no es importante a la hora de sacar mejores o peores notas, otra cosa es que habitualmente los centros con mayor número de alumnos de otros países suelen ser aquellos cuyos padres tienen un nivel de formación más bajo», explica Antonio Cabrales, catedrático de Economía en la Universidad Carlos III y autor del estudio.

Actualmente en la Comunitat Valenciana hay matriculados 91.914 niños de origen inmigrante, según datos de la Conselleria de Educación. «Tendemos a confundir el número de extranjeros en el aula con un nivel bajo de rendimiento, pero lo que sucede es que la concentración masiva de hijos de inmigrantes va aparejada a que los padres de los niños españoles en ese mismo colegio carecen de un gran nivel educativo y no ponen especial énfasis en la educación de sus hijos».

Los hijos de profesionales que se desempeñan en cargos de alta cualificación – como ejecutivos de empresas o funcionarios – logran mejores resultados que el resto, según el informe. No obstante, Cabrales insiste en que «es más significativa la formación que la ocupación».

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Pero ¿hasta qué punto puede marcar a un chaval las oportunidades educativas a las que hayan podido tener acceso sus padres? Según el estudio es verdad que los hijos de familias con educación lo tienen un poquito mejor. Pero es importante que nadie se sienta marcado por esa etiqueta. «Más relevante que el colegio al que vaya el niño o el nivel educativo de sus padres es que estos le animen a aplicarse y esforzarse», enfatiza Cabrales.

De hecho, se ha demostrado que, una vez controlado el nivel socioeconómico, «los hijos de marroquíes, por ejemplo, no presentan ninguna diferencia con los españoles ni en matemáticas ni en lengua».

El estudio también desveló que cuanto más implicados están los padres en el funcionamiento del centro y en las actividades extraescolares, mejores notas sacan sus hijos. Y también si los pequeños viven con ambos progenitores.

Otra factor, aunque menos determinante, es si los alumnos han estado escolarizados entre los 0 y 3 años. «Hay una evidencia internacional de que la educación infantil temprana es beneficiosa, aunque no es tan relevante en el caso de los padres con buen nivel educativo ya que por sí mismos, en la mayoría de los casos, conocen las formas de estimulación temprana para sus bebés».

Cabrales recalca que la circunstancia de que un centro cuente con mejores instalaciones o recursos tecnológicos, por ejemplo, no es decisivo en el rendimiento. «Aunque sí que es verdad que las notas medias en los centros que cuentan con estas medidas son más elevadas, pero el que un chaval acuda a un privado o concertado, en lugar de a uno público, no garantiza su éxito escolar».

Una variable no reflejada es la que tiene que ver con el esfuerzo, tanto de los chicos como de profesores o padres, «y eso sí que garantiza el éxito», recalcó Cabrales.

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