Alrededor de 400 personas completaron ayer la XIII Marcha contra el racismo y la xenofobia que partió del mercado de Trintxerpe y terminó en el Boulevard donostiarra. A las 11.30 de la mañana, inmigrantes y guipuzcoanos se reunieron bajo el lema ‘Mójate-Busti zaitez. Iguales Derechos, Humanos Diferentes’.
Acompañados del grupo Batucada Taupada los integrantes de la marcha portaron paraguas para representar «el incesante xirimiri de casos y situaciones xenófobas que se viven a diario». Muchos de los participantes portaban también carteles con manos negras y la señal de prohibición. Las banderas de los países de procedencia de algunos de los manifestantes ondeaban en la que, por primera vez desde hace tiempo, no ha sido una marcha pasada por agua.
A lo largo del trayecto, plataformas como Pobreza Cero quisieron hacer una particular representación de la xenofobia: una persona vestida de traje y que portaba el símbolo del dinero representaba el capitalismo junto a una pareja de inmigrantes que le acompañaban y que portaban una paraguas de menor tamaño simbolizando de forma metafórica la exclusión.
Unas 46 organizaciones secundaron este año la marcha que desde hace trece organizan SOS Racismo, Médicos Mundi y la coordinadora de ONGD de Euskadi con el objetivo de «sensibilizar a la población en contra de las actitudes racistas y xenófobas», y un año mas los alumnos del primer ciclo de Diseño Gráfico del Instituto Usandizaga colaboraron en la creación de la campaña y el eslogan.
«La integración, el objetivo»
A título personal, el coordinador general de EB de Gipuzkoa, Antton Karrera, la portavoz de este partido en las Juntas Generales, Aran-tza Gonzalez, y la concejala de Aralar-Alternatiba en San Sebastián, Ainhoa Beola, se sumaron a la marcha para mostrar así su solidaridad con la causa. Beola expresó su rechazo a la actual ley de inmigración: «La integración debería ser su principal objetivo, pero se trata de una ley totalmente discriminatoria».
El recorrido finalizó en el Boulevard y fue allí donde pasadas las 13.00 horas, Niko Elizondo, en representación de SOS Racismo, y Maitane Alonso, de Médicos Mundi, leyeron dos manifiestos, el primero en euskera y la segunda en castellano. Rodeados de los participantes de la marcha y de la gente que aprovechando el día de ayer salió a la calle para dar un paseo, los dos representantes de estas organizaciones denunciaron la actitud de los políticos respecto a la inmigración y la vulnerabilidad de sus derechos. Los dos portavoces rechazaron en sendos manifiestos «las políticas que recortan el derecho de asilo y refugio; las políticas o las decisiones administrativas que convierten a las personas inmigrantes, o a una parte de ellas, en chivos expiatorios de las dificultades sociales del conjunto de la población».
Elizondo recalcó también la manipulación que los políticos ejercen sobre la ciudadanía para conseguir algunos votos y fomentar al mismo tiempo el miedo respecto a la inmigración, y criticó «la carencia de discursos que fomenten la igualdad por parte de quienes nos gobiernan».
Pese a que los portavoces de SOS Racismo no quisieron hacer mención alguna a la polémica de los últimos días sobre los menores extranjeros no acompañados, algunos de ellos participaron activamente durante el trayecto portando la pancarta que abría la marcha.