Detenido un violador en serie de prostitutas

ABC, 27-03-2010

M. J. ÁLVAREZ

MADRID. Ha vuelto a actuar. Basilio Luis Gurrea Usera, de 46 años, llevaba tres años en libertad condicional, tras haber estado en prisión 13 años por cometer una violación, 20 abusos sexuales y varios robos en 1994. Fue detenido el martes pasado en Barcelona, a donde se había trasladado por motivos laborales a la feria Agroalimentaria. Le pillaron «in fraganti», por lo que no tuvo tiempo de consumar la violación.

Hay tres denuncias en su contra por una agresión sexual, una violación, tres usurpaciones de funciones, dos robos con violencia e intimidación y tenencia ilícita de armas. Por ello, la Policía le considera y califica como violador en serie. Actuaba habitualmente en el centro de Madrid, donde reside.

La Policía está convencida de que ha cometido más hechos similares, incluso en otros puntos de España, y espera que las víctimas acudan a denunciarle, ahora que está arrestado, con «absoluta tranquilidad y libertad». Así lo indicó ayer en rueda de prensa la jefa del Servicio de Atención a la Familia (SAF), Elena Palacios.

En los pisos de las mujeres

El denominado «violador del Segunda Mano» o «del piso de alquiler» en su anterior etapa cuando vejaba a las mujeres que le enseñaban áticos que, supuestamente, él pretendía alquilar, había variado ligeramente su forma de buscar a sus jóvenes víctimas.

Ahora, tras salir de la cárcel en marzo de 2007, en régimen de libertad condicional, aprovechaba las nuevas tecnologías para satisfacer sus más bajos instintos. Contactaba con prostitutas en las páginas de contactos o de masajes de internet y requería sus servicios. Su objetivo era no dejar pistas que le delataran.

Una vez que elegía a la mujer que consideraba «adecuada», se dirigía a su casa. Actuaba siempre de día. Allí, tras asegurarse que no había nadie más en el domicilio, se identificaba como policía y exhibía una placa falsa. Si la víctima era inmigrante – dos de las tres denunciantes lo son – se hacía pasar por agente de la Brigada de Extranjería. Por si eso no bastara para intimidar a unas recién llegadas a nuestro país, echaba mano de la pistola que llevaba (simulada) y las amenazaba. Si no se se sometían a su voluntad, las esposaba con los grilletes que portaba. Acto seguido, consumaba los abusos. Luego, sustraía cuanto podía, generalmente dinero, móviles, etc.

Dos agredidas el mismo día

La investigación comenzó en febrero pasado tras recibir dos denuncias muy similares. Los abusos se habían producido el mismo día, el 27, con muy pocas horas de diferencia en dos distritos distintos.

Tras averiguar su identidad, descubrieron de quién se trataba: el violador del «segunda mano» reconvertido. El «puzzle» encajaba. Finalmente, fue detenido en Barcelona. Ya había contactado con varias prostitutas. Estaba en el piso de una de ellas, a la que le había mostrado la placa y el arma, pero fue sorprendido por un hombre y arrestado.

Reincidente. Meticuloso en sus acciones, usaba guantes para no dejar huellas y preservativos. Es manipulador y obsesivo, y conoce bien el funcionamiento de la Justicia y el trabajo policial. «Esperamos que las víctimas que no le han denunciado por miedo, convencidas de su condición de funcionario, lo hagan ahora».

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