«Okupas» a dos velas en Majadahonda
El País, , 26-03-2010Eran las 10.30 de la mañana cuando la Policía Municipal de Majadahonda irrumpió con un auto judicial en los garajes de los bloques 6 y 8 de la calle Neptuno. En estos dos edificios de 26 viviendas viven más de cien personas de forma ilegal, entre ellos 20 niños con edades comprendidas entre el mes y los nueve años. La orden del juez permite al Consistorio majariego inspeccionar los garajes durante 30 días para incautar los generadores de gasolina que proporcionan electricidad a sus moradores.
Aducen una cuestión de «seguridad y salubridad». A primera hora se llevaron el primero. No encontraron más. Para evitar su decomiso las familias los subieron a algunos de los pisos.
A las 12.15, los funcionarios volvieron al lugar acompañados por la concejal de Urbanismo, Carmen Menéndez. «Hemos venido por las quejas vecinales y porque ha habido cuatro ingresos hospitalarios de esta gente a consecuencia de los generadores. Como exploten estos artilugios se va media manzana», argumentaba la concejal.
Las familias que ocupan estos edificios llegaron en septiembre del pasado año y, pacíficamente consiguieron desalojar a los toxicómanos y «okupas» problemáticos que traían de cabeza a los residentes de la zona.
Son, principalmente, familias de inmigrantes regulares que se quedaron sin casa por falta de empleo. Todos eran anteriormente residentes majariegos que pagaban religiosamente sus mensualidades hasta que no pudieron hacer frente a los pagos.
Desde septiembre han rehabilitado la finca y todas las viviendas con dinero de su bolsillo. Hasta 3.000 euros han invertido en algunas de las casas. Son conscientes de su futuro desalojo, pero ayer, el miedo a vivir en condiciones aún más precarias les inundó de pánico. Dos de ellos necesitan especialmente la electricidad: Marta y un anciano que ronda los 70 años. Ambos son diabéticos y han de conservar la insulina en una nevera. «¿Dónde la guardo si me quitan la luz?», se preguntaba, preocupada, Marta. «Pedimos agua y energía. Pagaremos sagradamente los recibos. No lo estamos solicitando gratis», suplicaba Horacio.
David se queda sin luz
El único generador que se llevaron ayer afecta al 2º B del bloque 8, el de David, uno de los cuatro jóvenes españoles que habitan en esta finca. Este joven de 23 años fue una de las personas que ingresaron en diciembre a consecuencia del monóxido de carbono inhalado de uno de los generadores. «Me desmayé durante tres horas, pero nadie del ayuntamiento se preocupó por mí en su momento». David es mecánico de automóviles. Lleva dos años en el paro. «Soy el primero que si tuviera un curro y un salario decente me iría a un lugar mejor, pero no sale nada», explicaba. Desde ayer, él y su compañero rumano de 22 años, pasarán las noches con dos velas.
Los inquilinos de estos dos edificios se sienten «acosados» y «perseguidos» por la Policía y el ayuntamiento. «Cada vez que salimos o entramos del bloque nos piden los papeles. Además, siempre hay un coche de la Policía postrado en la esquina de la calle vigilándonos», manifestaba Diego. Por su parte, la gran mayoría de los vecinos de la zona continúan sintiéndose aliviados con su llegada.
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