SERGIO HEREDIA – Madrid

Se calcula que hay 4.500 inmigrantes en tránsito hacia Europa, de los cuales un 20% son mujeres
La policía arrestó a T. D. (inmigrante subsahariana de 19 años) en la medina de Uchda (Marruecos). La llevó a la comisaría, donde había otros 28 migrantes subsaharianos. Todo el grupo fue expulsado y devuelto a la frontera con Argelia. Les abandonaron de noche en pleno desierto. T. D. caminaba con tres hombres y otras dos mujeres cuando el grupo fue atacado por bandidos marroquíes: seis hombres armados con cuchillos. Cada mujer fue violada por tres bandidos.

Una de cada tres inmigrantes subsaharianas atendidas por Médicos Sin Fronteras (MSF) en Marruecos ha sufrido violencia sexual. El problema ha crecido alarmantemente en el 2009, denuncia MSF, que atribuye el fenómeno a la feminización del proceso migratorio: “Cada vez viajan más mujeres ”, dice Concha Badillo, responsable de Asuntos Humanitarios en Marruecos. MSF ha recogido el testimonio de 63 mujeres , muchas de ellas congoleñas o nigerianas, atrapadas en la maraña burocrática de Rabat o Casablanca.

“Vienen del sur de África.Sufren abusos durante el trayecto, y también en Marruecos, donde se ven bloqueadas entre uno y cinco años – dice Alfonso Verdú, responsable del Programa Áfricade MSF-:son las bolsas de migrantes presas a las puertas de Europa (se calcula que hay 4.500 en Marruecos; el 20% son mujeres ). Allí, una de cada tres mujeres sufre uno o varios ataques. Lo peor es que el problema crece de forma alarmante: desde noviembre, se ha duplicado el número de denuncias”. Según sus informes, se ha pasado de seis a más de doce episodios al mes.

Muchos estamentos, denuncia MSF, intervienen en las agresiones. Las mujeres hablan de agresiones perpetradas por policías, por soldados, por redes organizadas o por otros que en algún momento se habían ofrecido a ayudarlas: en Mauritania, un camionero aceptó llevar a O. A. (congoleña de 26 años). Por el camino, el camionero y otro hombre que iba con ellos le hicieron bajar. No había nadie más: estaban en medio del desierto. El camionero la tiró al suelo, le estrujó los pechos y la insultó. El otro la violó. Al terminar, ambos huyeron.

“La UE debe ser consciente de las consecuencias de las políticas de migración y asilo, cada vez más restrictivas”, advierte Verdú. “Nuestro reto: llegar a las mujeres en 72 horas – concluye Badillo-.Así se puede aplicar el protocolo: se les da la píldora del día después, o se inicia el tratamiento contra el sida”.