Un fuerte enfrentamiento a cuenta de un asunto de drogas acabó ayer con la vida de A. B., un joven de 26 años nacido en Gambia y dejó gravemente herido a A. D., de 29 años y origen senegalés. Ambos recibieron una tanda de disparos cuando acababan de salir de la vivienda situada en la séptima planta del número 21 de la calle Polvoranca, en Alcorcón.
Los agentes policiales detuvieron, en el portal de ese edificio, a otro hombre de Gambia que, además, llevaba encima 13 «bellotas» de estupefacientes. Al cierre de esta edición, la Policía Nacional estaba tras la pista de un cuarto individuo, también africano, como presunto autor material del crimen puesto que el único detenido hasta ese momento no portaba ningún arma de fuego con el que se hubiera ejecutado el crimen.
Todo ocurrió hacia las cuatro de la tarde. A esa hora, los vecinos del bloque especialmente los de los pisos más próximos al lugar de los hechos, escucharon ruidos muy estridentes en el séptimo puerta 3. Al poco, un sonido parecido a la rotura de cristales. Eran, qué duda cabe, los disparos. Parece que la víctima mortal, A. B., y el herido, A. D. salían de la vivienda donde, presuntamente, se traficaba con droga.
La droga, al laboratorio
Algo debió pasar para que otro hombre, al que se buscaba anoche, disparara casi a bocajarro: A.B. recibió tres tiros en la frente, en el hombro (con orificio de entrada y de salida) y otro en la axila. A.D. llevaba un disparo en la tibia. Cuando llegaron los efectivos de Emergencias 112 encontraron en el rellano del piso séptimo a ambos. A. B. estaba en parada cardiorrespiratoria. Tras varios intentos para reanimarle, se verificó su muerte. Al otro, A. D., le llevaron en una ambulancia del Summa al Hospital Fundación Alcorcón en estado grave.
Según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid, al único detenido se le estaba interrogando. Llevaba esas 13 «bellotas» de droga hachís o cocaína que se llevaron al laboratorio para concretar qué tipo de estupefaciente es. La Policía Local de Alcorcón fue quien detuvo a este hombre. Por lo demás, agentes del Grupo VI de Homicidios y de la Policía Judicial y Científica se han hecho cargo de las investigaciones. En el registro del piso también encontraron otras tres «bellotas» de droga.
Fueron los vecinos quienes avisaron a la Policía. Luigi, vive justo en piso de abajo. «Había llegado de trabajar. Iba a acostarme y escuché ruidos, como si estuvieran corriendo o golpeando muebles. Luego, los disparos».
Un señor con alzacuellos
«Vivo aquí hace tres años añade Luigi. Ellos algo más de año medio. Yo nunca había escuchado problemas. No imaginaba nada de drogas. Tampoco había mucho trasiego de personas».
Luigi recuerda impresionado «la imagen del muerto en el suelo, boca arriba y en medio de una gran mancha de sangre. Había un señor con un alzacuellos y le estaban dando agua».
Hubo, por lo visto, un daño colateral: según comentaban algunos vecinos en los corrillos de la calle, dos coches policiales chocaron en las proximidades del 21 de la calle Polvoranca cuando iban a cubrir el suceso.
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