El pasado día 11 de marzo se celebró la Asamblea de los vecinos del barrio de Iztieta para tratar, según han explicado responsables del mismo, «la problemática suscitada por la apertura de dos nuevos locales» en Iztieta.

Según han dado a conocer por medio de un escrito hecho público, el asunto se sitúa tras lo sucedido el verano de 2009, «en el que se generaron importantes protestas por el deterioro del barrio. En aquel momento, la respuesta vecinal se centró en unos locales muy concretos, no en todos, como lugares de atracción a personas conflictivas y centro de reunión de actividades irregulares, e incluso delictivas».
Conocimiento del tema
Estos portavoces vecinales han indicado que «tanto la Ertzaintza, como la Policía Local y los miembros del gobierno municipal conocen fehacientemente este tema y saben contra qué se dirigía la protesta de los vecinos».
Prosiguen diciendo que «ahora, en febrero de 2010, aparece de pronto abierto un bar en la calle Astigarraga y se está trabajando en otro local que se pretende sea un locutorio».
«El barrio- señalan estos vecinos- reacciona por un doble motivo: por considerar que son locales tapadera y después de comprobar que no reúnen los requisitos que se exigen al resto de los comercios de cualquier tipo de Errenteria. Consideramos que se produce un trato de favor al no hacerles cumplir la normativa que se requiere al resto».
Conocimiento público
A juicio de los citados vecinos «es de conocimiento tanto público como oficial este hecho. Por ello, el barrio se opone a la apertura de un lugar de estas característica en nuestras calles, máxime si consideramos los sucedido en los últimos tiempos y el ambiente que se está generando en el barrio. Por otro lado, se coloca en Iztieta lo que otros barrios no quieren, una vez más».
«De todos modos,- continúan diciendo en su escrito- ocho meses después de los acontecimientos del verano, el Ayuntamiento de Errenteria no ha publicado una ordenanza sobe locutorios, y debe aplicar normas correspondientes a otros modelos de actividad».
Acuerdos
En vista de esta situación, al finalizar la asamblea en Iztieta se adoptaron por parte de los asistentes varios acuerdos.
El primero de ellos consistía en «exigir al Ayuntamiento el compromiso de no permitir en adelante la apertura de más locales conflictivos que deterioran tanto la imagen de Iztieta como la vida cotidiana».
En segundo lugar, «La elaboración inmediata de una normativa y su aplicación estricta», en tercero «el control exhaustivo en cuanto a horarios, actividades realizadas y su concordancia con el permiso concedido; sin ofrecer ningún privilegio que no tengan los demás comercios de la villa» y cuarto, y último, «el cierre del bar de la calle Astigarraga hasta que no se regularice, y el control de horarios, etc., así como su actividad exclusiva como bar».
Si esto no se produce en el plazo de dos semanas, «la asamblea de Iztieta, reunida el día 11 de marzo, ha decidido la realización de movilizaciones como denuncia del incumplimiento de las obligaciones y promesas por parte del Consistorio».