La ultraderecha se perfila como la principal fuerza política en Holanda
- Sólo se presentó en Almer y La Haya y fue el primer y segundo partido más votado, respectivamente
Diario de Navarra, , 05-03-2010El hartazgo de los holandeses con sus partidos políticos tradicionales es superior al que se esperaba. Los resultados de las municipales del miércoles muestran una progresión espectacular del partido xenófobo de Geert Wilders, el Partido de la Libertad (PVV), que sólo se presentaba en Almera y La Haya y que ha cosechado unos resultados sobresalientes.
El PVV se ha convertido en la primera fuerza política de Almera, ciudad dormitorio a 30 kilómetros de Ámsterdam, donde los inmigrantes son una tercera parte de la población, y la segunda de La Haya, capital administrativa del país.
Sobre la base de estos resultados, las proyecciones barajadas para las generales del 9 de junio dan al PVV el mayor número de escaños en la Cámara, – 27 sobre 150 – , mientras que los democristianos de Jan Peter Balkenende, hasta ahora principal fuerza política del país, se quedarían un escaño por debajo, con 26. Los socialdemócratas irían en tercera posición.
Inestabilidad política
Este escenario representa un importante trastoque en los equilibrios políticos del país. En junio, si las tendencias de voto se confirman, no habrá posibilidad de constituir una mayoría de Gobierno sin contar con el PVV. Aún con él será muy problemático, ya que los democristianos, según las proyecciones de voto, al perder en junio su condición de fuerza más votada, pasarían a disputarse la primacía con los socialdemócratas y la extrema derecha por muy poco margen.
Pocas dudas caben de que el malestar del electorado holandés por la pérdida de la identidad de su sociedad es muy amplio. Se tuvieron los primeros indicios de él con el contundente rechazo del proyecto de Constitución europea, (61,6% en contra en el año 2005), y por los movimientos de opinión que se desencadenaron a raíz de los asesinatos de Pim Fortuyn y Theo van Gogh, este último a manos de un extremista musulmán.
Geert Wilders es, obviamente, el heredero político del populista Fortuyn. La muy tolerante Holanda ha dejado de serlo.
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