Madejas solidarias
Diario Sur, , 28-02-2010Helen Brown tiene varios ovillos de lana en sus manos. No sabe si comenzar la toquilla con el verde o el amarillo, para que sirva tanto para un niño como para una niña. Como ella, una quincena de extranjeras residentes en la Costa del Sol llevan casi dos años reuniéndose para tejer y hacer ganchillo juntas. Su iniciativa va más allá de aprender labores, ya que colaboran cediendo ropa a buenas causas.
Actualmente trabajan a destajo en hacer toquillas, gorros y patucos para los prematuros y bebés más necesitados del Hospital Clínico de Málaga. «Nos enteramos de esta noticia a través de este mismo periódico, en su edición en inglés, y decidimos colaborar en todo lo posible con las familias que más necesitan de una mano amiga», asegura Freya Aldridge, una de las fundadoras de este grupo que se reúne dos veces en semana en el restaurante Bayside Diner de Los Boliches.
Las enfermeras del centro hospitalario están más que encantadas con la ayuda que estas mayores ya han mostrado. «Cualquier colaboración para ofrecer canastillas de bebés a los más necesitados es buena», asegura Carmen Tere, una de las trabajadoras.
Labor de grupo
Unas saben más técnicas, otras están aprendiendo ahora con la base del ganchillo, pero todas se sienten orgullosas y con ganas de colaborar con la sociedad. Brown lleva en el grupo desde hace poco más de seis meses. Vive en Mijas Pueblo y conoció este grupo, ’knit’n natter’, gracias a una amiga que acude con asiduidad. Desde entonces, asiste a cada encuentro con la intención de disfrutar de su afición y ayudar. «Con ayudas como esta, los jubilados pensamos que podemos ser útiles para la sociedad, aunque seamos mayores», admite.
Sus puntos y confecciones han traspasado las fronteras españolas. Y es que, el Reino Unido ya ha recibido mantas y ropa para los necesitados de parte de estas mujeres . Hasta el momento, Afganistán es el país más lejano con el que han colaborado. A través de Internet se dieron cuenta de que los soldados de la ONU que están en misión allí necesitaban de abrigos y gorros para pasar el crudo invierno en una zona desértica. Fue entonces cuando Freya y las suyas no dudaron en tejer una ayuda que todavía hoy agradecen.
Desde que dieron a conocer sus buenas causas no dejan de recibir ayuda. Así, el restaurante donde organizan sus encuentros solidarios se ha convertido en un importante punto de recepción de ovillos de lana o hilo. «Han enviado de muchos colores e incluso hay quien ha dejado dinero para que nosotras decidamos lo que debemos comprar según nuestras necesidades», comenta Freya.
Al grupo, que arrancó en Fuengirola poco después de finalizar un taller de ganchillo, está formado por una veintena de señoras que acuden desde distintos municipios de la Costa del Sol. El número de aficionadas a tejer que asisten a las reuniones varían dependiendo de la época del año, ya que son muchas las extranjeras veraneantes que aprovechan su estancia en España para mejorar en la técnica del punto. Están abiertas a cualquier aficionada, aunque lo cierto es que, por el momento, todas son extranjeras residentes. Ahora mismo, están muy ocupadas confeccionando la ropa de bebé. Aunque es mucho trabajo, la recompensa es más que positiva y destacan que están dispuestas a colaborar con otras buenas causas.
Además de la ayuda que ofrecen a los demás, las clases, a las que puede acudir cualquier persona con inquietud por el ganchillo, se han convertido en una terapia grupal. Lo que comenzó siendo un curso es ahora una reunión de amigas donde comentan sus problemas o alegrías, como las que seguro que van a dar a las familias de los bebés que reciban las ropas tejidas con sus manos.
Canastillas
En poco más de mes y medio entregarán los trajes y mantas a las enfermeras del centro hospitalario, encargadas de incluir, seguro que orgullosas, todo ese trabajo alas canastillas de los pacientes más ‘peques’. Estos artículos se suelen regalar a los pacientes y bebés que se encuentran en situaciones económicas desfavorables o que nacen con algún tipo de necesidad especial.
Estas cestas, además de tener accesorios de bebé de primera necesidad, estarán cargadas de cariño e ilusión.
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