Dos riojanos entre los detenidos por vender documentación falsa a inmigrantes irregulares

El Correo, EL CORREO LOGROÑO., 23-02-2010

Agentes de la Guardia Civil han arrestado en Navarra, La Rioja y Murcia a 23 personas acusadas de formar parte de una red organizada que se dedicaba a falsificar documentaciones para regularizar la situación de inmigrantes que se encontraban ilegalmente en España. En La Rioja han sido detenidos concretamente dos jóvenes de 30 años, vecinos de Calahorra y Rincón de Soto, respectivamente, localidades donde se han practicado tres registros domiciliarios.
Las investigaciones comenzaron en abril del pasado año a raíz de varias identificaciones de ciudadanos extranjeros en la zona de la Ribera de Navarra, que hicieron sospechar de la falsedad de algunos de los documentos que portaban. Así pudieron determinar la existencia de un grupo delictivo perfectamente organizado y jerarquizado.
Entre las acciones que llevaban a cabo figuran la falsificación de certificados de empadronamiento y contratos de trabajo, documentación con la que solicitaban el permiso de residencia.
Los integrantes de la red captaban directamente a inmigrantes indocumentados, y en otras ocasiones lo hacían a través de otros inmigrantes que los ponían en contacto con la red a cambio de comisiones. Una vez establecido el contacto, el inmigrante hacía entrega de una fotocopia de su pasaporte y de un certificado de empadronamiento que en algunas ocasiones había sido conseguido previamente por un miembro de una asociación de inmigrantes con sede en Tudela (Navarra).
Esta documentación era entregada a una funcionaria de un ayuntamiento de Murcia que se encargaba de expedir un certificado en el que constaba que el inmigrante había estado empadronado en distintos domicilios de la localidad durante el tiempo suficiente exigido para poder solicitar el permiso de residencia por arraigo social.
Una vez realizado el pago total del dinero exigido, unos 15.000 euros, esta documentación era entregada a los inmigrantes . Luego, y también a cambio de otra suma, los miembros de la red les conseguían contratos de trabajo o nóminas, valiéndose de empresarios del sector agrícola que también formaban parte de la red.

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