POR RAÚL GONZÁLEZ

- ¿Cuál es la postura del PSOE de Castilla y León respecto al pacto por la población ofrecido por Juan Vicente Herrera?

- Sin profundizar demasiado en las medidas propuestas, que vamos a estudiar con detenimiento, la primera visión es que es más de lo mismo. Es una propuesta que coge el rábano por las hojas, porque no aborda los temas claves para luchar contra la despoblación. En definitiva, no aborda los tres enfoques que a mi juicio son claves en este asunto: la ordenación del territorio, las políticas activas de promoción económica y del empleo, y en tercer lugar, pero no por ello menos importante, el imprescindible enfoque de género.

- ¿Qué desarrollo tienen estos tres enfoques que ha mencionado?

- Cuando hablamos de ordenación del territorio, el objetivo es gobernar el territorio para ganarle la partida al futuro, para que cada zona de la comunidad trabaje en la línea en la que tiene más ventajas competitivas. Habrá comarcas industriales, rurales, de servicios, y en cada una de ellas las administraciones y los agentes económicos y sociales deberán trabajar en la misma dirección. En cuanto a las políticas activas, es evidente que de nada sirve hacer polígonos industriales sin empresas que los ocupen, hay que remover cielo y tierra para atraer inversiones. Y en lo que se refiere al enfoque de género, si se van de la comunidad las mujeres jóvenes, en edad de ser madres, las dificultades para equilibrar la pirámide de población son insalvables.

- ¿Cómo lograr que estas mujeres se queden en Castilla y León?

- Pasando el cristal de la igualdad de oportunidades por todas y cada una de las políticas de la Junta de Castilla y León. Porque tanto en este ámbito del enfoque de género como en los anteriores que he mencionado, todas las medidas que plantea el pacto ofrecido por Herrera ya están aplicadas o ya estaban en la estrategia antigua de la población

- En la comparecencia de Herrera esta semana, el término pacto por la población sustituye al término lucha contra la despoblación. ¿Cómo valora este cambio?

- Herrera parte de un diagnóstico voluntarista. No estamos tan mal, viene a decir. Efectivamente, hay territorios en los que estamos razonablemente bien, pero el problema es que se trata de zonas del centro de la comunidad o zonas influidas por las áreas metropolitanas de Madrid y el País Vasco. La realidad es que en el 90% del territorio estamos muy mal, con una situación de verdadero fracaso demográfico

- Con este diagnóstico parece difícil que el PSCYL se sume al pacto ofrecido por Herrera…

- En esta respuesta no comprometo a mi grupo parlamentario ni al PSCYL, en el que no tengo responsabilidades orgánicas. Sí puedo dar mi opinión personal y mi opinión es que este pacto va a ser más difícil que el anterior, porque siempre que fracasa un pacto, y el anterior fracasó sin aplicarse y sin evaluarse, hace más difícil el siguiente acuerdo sobre la misma materia. La razón es que eso crea desconfianza, no sólo a nivel político, sino en los agentes económicos y sociales. Habrá que hacer un esfuerzo suplementario. A esto hay que añadir que estamos en la recta final de la legislatura, y Herrera plantea un pacto cuyos primeros efectos no podrían evaluarse hasta finales de 2011. Se plantea, por tanto, con una total impunidad respecto al siguiente proceso electoral.

- ¿Qué pasos va a dar el PSCYL en el análisis de la propuesta del ejecutivo de Juan Vicente Herrera?

- Estoy absolutamente seguro que desde el grupo parlamentario socialista y desde el propio partido a nivel orgánico se va a hacer un esfuerzo de estudio y de trabajo en relación con este tema. Porque, contrariamente a lo que plantea Herrera, para nosotros este es el problema central, y lo es para los ciudadanos. El problema de la despoblación no está en el imaginario colectivo, como sostiene el PP, está en el corazón de la gente. A mí me duele que mi hijo se marche de aquí para buscar un futuro laboral, me duele que de mi cuadrilla de amigos no quede nadie en Palencia….

- Recientemente la Fundación Perspectivas celebró una jornada sobre políticas contra la despoblación. ¿Qué conclusiones se obtuvieron?

- El principal diagnóstico es que la población de Castilla y León ha crecido en lo que llevamos de siglo XXI gracias al boom de la inmigración, pero sin embargo la brecha respecto al conjunto de la población española ha aumentado. Es decir, hemos crecido perdiendo peso en España. Hace 10 años nuestra comunidad representaba el 6% de la población del país, y actualmente somos el 5%. Por si fuera poco, han aumentado los desequilibrios territoriales.

- ¿Cómo se dibuja ese mapa a su juicio desequilibrado?

- Hay que partir de la base de que todas las provincias tienen un crecimiento vegetativo negativo, mueren más personas de las que nacen. Hay que tener en cuenta, además, que los inmigrantes van donde hay empleo. Así las cosas, tenemos una comunidad de tres velocidades. A la cabeza están Valladolid, Burgos y Segovia, a la cola y muy descolgada está Zamora, y el resto en el pelotón, con dos provincias que pierden población: León y Palencia. Eso por provincias, pero hay muchas más diferencias, por ejemplo entre el medio rural y el urbano.

- ¿Qué es bajo su punto de vista lo más preocupante?

- Sin duda, que los que se van de aquí son los jóvenes y las mujeres. Esto nos coloca en una situación muy comprometida, sobre todo porque nos faltan mujeres en edad de ser madres.