Una mujer asesina a su novio
El Mundo, , 21-02-2010La víctima recibió una puñalada en el corazón. Los amigos de la criminal dicen que actuó en defensa propia. La madre de la homicida fue arrestada por encubrimiento La Policía detuvo ayer a una mujer ecuatoriana de 26 años, Jacqueline L.N., bajo la acusación de matar de una puñalada en el corazón a su novio, Vasile Potrache, rumano de 27 años, según el 112. Ambos vivían juntos en el 3º B del número 34 de la calle de Sierra de Cuerda Larga, en la colonia de los taxistas de Puente de Vallecas. Eran pareja desde hacía un año. También ha sido arrestada la madre de la supuesta homicida acusada de encubrimiento, a tenor de la Jefatura Superior de Policía.
Los amigos de la fallecida mantienen que la mujer actuó en defensa propia ya que el hombre la maltrataba. La supuesta criminal confesó los hechos tras incurrir en algunas contradicciones.
Hay más datos extraños en el suceso. El crimen sobrevino sobre las 07.30 horas. Sin embargo, la supuesta homicida y su madre no avisaron de forma inmediata a la Policía. Pasadas las 09.15 Jacqueline avisó a un amigo y fue este el que telefoneó a la Policía sobre las 09.30. Cuando los agentes y los médicos del Summa llegaron a la casa se encontraron al hombre ya fallecido. Tenía una puñalada en el corazón y la casa estaba revuelta. La víctima llevaba unas tres horas sin vida.
Junto al cadáver del hombre la Policía halló el arma homicida, un cuchillo de cocina de 20 centímetros de hoja. El acero le había atravesado el pecho hasta alcanzarle el corazón.
La mujer también presentaba un corte en la cara, según las primeras hipótesis. Jacqueline primero negó su implicación en el crimen y su madre avaló este extremo. Ambas dijeron que habían celebrado una fiesta en la casa y que se encontraron al hombre con la puñalada en el cuello al levantarse. Finalmente, confesó ser la autora de la puñalada aunque siempre aseguró que lo hizo para defenderse de una agresión.
Ni el fallecido en la casa del Puente de Vallecas, Vasile Potrache, ni su presunta asesina, Jacqueline Lizzet Narváez Morán, la que fuera su compañera sentimental y de piso, habían presentado previamente denuncia alguna por malos tratos en comisaría, según confirmaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
La investigación, de la que se ha hecho cargo la Policía Científica y el grupo V de Homicidios, aclaró de inmediato que pasó mucho tiempo desde que se produjo el crimen hasta que se avisó a la Policía.
Según las primeras pesquisas, durante la madrugada del pasado viernes se celebró una fiesta en la casa en la que viven al menos ocho personas.
Cuatro de ellos se marcharon a primera hora de la mañana sin escuchar nada extraño, según explicaron. Tampoco vieron que se produjera ninguna pelea ni riña durante la fiesta de la noche del viernes. La policía tomó también ayer declaración a todos los inquilinos que residían en el piso del crimen, se trataba de dos personas de nacionalidad colombiana y dos ecuatorianos.
De acuerdo con lo declarado finalmente por la supuesta homicida, en la mañana de ayer el hombre trató de agredirla y ella pidió ayuda a su madre, Rosa Claudina M. V., de 50 años. La mujer ecuatoriana acuchillo en el pecho al hombre en defensa propia, según su testimonio.
Jacqueline aseguró que fue su novio el que le amenazó con el arma blanca. Mantuvo que se la arrebataron y que luego le asestó la puñalada en el pecho. De hecho, indicó que al ser atacada se produjo un corte en la cara.
Sin embargo, queda por aclarar porque tardaron tanto tiempo en avisar a la Policía. Se sospecha que ambas urdieron algún plan para tratar de hacer creer que la víctima había sido acuchillada por otra persona.
Los agentes piensan que la madre de la homicida no participó en la agresión. En principio está acusada solamente de encubrimiento.
Fue sobre las 08.00 horas cuando los inquilinos del bloque se sobresaltaron con varias carreras y chillidos en la escalera. También oyeron a una mujer que pedía socorro a gritos.
Varios de los residentes salieron a la escalera al oír ruido. Pero nadie acudió al piso tercero donde se produjo el crimen. «Es que es habitual que en esa casa haya peleas y fiestas con música a todo volumen y la gente no le dio demasiada importancia», contó uno de los residentes.
Uno de los vecinos del edificio, Filiberto, aseguró haber escuchado gritos por la mañana: «He sentido bajar por la escalera a una mujer que decía: ‘Ay, por favor’», según Europa Press. El vecino afirmó que la pareja llevaba viviendo en el barrio aproximadamente un año y medio. «Eran buenos chicos», añadió. Otros, sin embargo, indicaron que el piso era una fuente de ruidos y broncas. «Sobre todo en el fin de semana hay muchas riñas», dijo.
Beatriz, que vive en el mismo portal que el fallecido, aseguró que se despertó por los gritos de una mujer «pidiendo auxilio». «He abierto la puerta porque no sabía de dónde venía el ruido». «No hemos vuelto a escuchar nada hasta que vino la policía», relató.
Con este caso ya son dos los hombres asesinados a manos de sus parejas en lo que va de año en Madrid. El pasado 4 de febrero Antonio Luna Peña, español de 54 años, murió tras recibir una herida incisa en la cabeza con un arma blanca en una vivienda de la Plaza de Pamcili en el distrito de Carabanchel de Madrid. Una mujer extranjera, F. K., de 49 años, se confesó autora del homicidio en la comisaría y fue detenida.
En lo que va de año ya son nueve las personas asesinadas en la región, tres de ellas en los últimos cinco días.
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