Altos funcionarios de Cuba y EE.UU. analizaron ayer, en La Habana, un nuevo acuerdo sobre migración propuesto por la isla en el 2009 y revisaron el cumplimiento de los convenios suscritos en 1994.

La nota oficial de prensa de la delegación cubana no reveló detalles del encuentro, el segundo desde la reanudación de las pláticas migratorias, suspendidas en el 2003 y reanudadas en Nueva York. Las delegaciones fueron presididas por el vicecanciller cubano Dagoberto Rodríguez y Craig Kelly, asistente del secretario de Estado  para América Latina.

Kelly es el funcionario de mayor rango que viaja a la isla en el gobierno de Barack Obama.

La inmigración es un tema sensible en las tensas relaciones de Cuba y EE.UU., separados por apenas 145 kilómetros de mar, pero más por un abismo ideológico. La Habana acusa a Washington de fomentar la emigración ilegal para desestabilizar su sistema socialista.

Las dos naciones firmaron en 1995 un acuerdo migratorio para frenar el éxodo de balseros cubanos en medio de la severa crisis económica tras el derrumbe de la Unión Soviética.

Cuba se comprometió a evitar por medios persuasivos las salidas ilegales y a reinsertar socialmente a los repatriados, sin consecuencias legales; y Estados Unidos, a devolver a los emigrantes interceptados en altamar y a entregar 20.000 visas anuales a cubanos.

En ese contexto, el cantautor cubano Silvio Rodríguez abogó por “reflexionar y analizar” las causas que hacen que muchos jóvenes cubanos tengan “como única aspiración emigrar”, en una entrevista divulgada ayer.

“Un país sin jóvenes está destinado a ser una sombra, un fantasma”, añadió Rodríguez, de 63 años, en entrevista publicada por el Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, en su página de internet, al calificar como positivo el debate abierto que promueven círculos intelectuales de la isla sobre la tendencia del sector de la juventud cubana a emigrar, tema que consideró “lamentable y dolorosamente viejo”.

Piden liberación
El asistente del secretario de Estado para América Latina, Craig Kelly, pidió ayer a Cuba la “inmediata liberación” del contratista estadounidense Alan Gross, de 60 años, detenido el 4 de diciembre acusado de espía, cuando trataba de ayudar a grupos de judíos a comunicarse con el exterior dándoles celulares y ordenadores.