Era noche de brujas: frío, lluvia, de esas en las que dejar el sofá doméstico es una prueba de amor o un acto de venganza, depende. Pero Josep María Morera me convenció con la promesa de una noche loca, y ¡Vive Dios que lo fue! Entré en un principal decorado como un cabaret parisino de los años 20: luz tenue, mesas redondas, pequeñas, chesters de piel gastada, piano decapado, tarima con micro y el personal vestido de negro y maquillado de blanco. Tienes que conocer esto, me dijeron, y llevaban razón. El lugar se llama Mutis, es clandestino pero no, sólo aceptan reservas con reserva, y desde la ventana se ve el cruce de la Diagonal con Pau Claris. Compartí mantel y carta con David Vendrell, de Unión Suiza, Francesc Fajula, de la Fundación Banesto, el arquitecto Pep Zazurca y Mar Ruiz, su mujer y colaboradora, Carlos Zazurca, antes headhunter y puesto ahora a coolhunter, y Ramón Segarra, socio y marido de Ana Bru (la de los viajes al espacio), propietario además de la antigua Droguería Galvany de la calle Santaló, lo que no sería noticia si no fuera 2010 el año de su centenario. A la hora de Cenicienta aparecieron pianista, cantante y músicos, y algo sucedió porque de pronto me vi bailando entre las mesas y descubriendo caras conocidas, como la de Soledad Álvarez, hija de Purificación García, que compartía velada con Pablo Bofill, hijo de Ricardo Bofill. ¿Cita con derecho a roce? Ellos ni afirman ni desmienten, como los famosos; sólo ríen.

La noche del jueves volvimos a tener rally urbano. A hores baixes, que dicen en las islas, presentación en el Centre Cultural del Vi, de la familia Torres, del libro Comer como un Rey, de Juan Sella. Le apoyaron el editor, Álvaro Díaz Huici, Miguel Torres, actual patriarca de la familia bodeguera, y el chef Fermí Puig, con el que mantuve una interesante charla acerca de los huevos fritos y ya de paso le saqué un truquillo para las lentejas guisadas. El libro va de cocina histórica en clave de anécdota. Por ejemplo, la aparición de las croquetas, en 1833, o menús reales de otros siglos.

De allí a Roca BCN Gallery, donde se presentaba el Cube Nissan, un 4×4 que parece salido de un cómic y que está inspirado en el culo de ‘Jennifer López’ (frase textual del japonés John Anthony Sahs, su diseñador). Fue durante el cocktail que ponía punto final a tres días de actos alrededor del slow movement, incluido un desfile de moda a cargo de Josep Abril. Opiniones de todo tipo ante un coche que mide casi lo mismo en sus tres dimensiones, de la misma altura que su diseñador, y una fiesta en la que me encontré con el arquitecto Borja Ferrater, Clementina Milá y Pablo Fernández – Valdés, de Grupo Tragaluz, y el interiorista Rafa del Castillo.

Fin de fiesta en Memorias de China, feudo de Lam Chuen Ping, con lo mejor de cada casa para celebrar el Año Nuevo chino, el del tigre: Joan Manuel Serrat, Judith Mascó, Mey Hofmann, Xavier Sala i Martín y Jan Laporta con la marroquí Sana Khouja, la ex camarera que le presentó su amigo Xavi Puig y con la que me cuentan que lleva conviviendo dos meses. En casa, que en la oficina lleva más, pues la colocó en el departamento cajón de sastre del Barça, el de márqueting. Ejemplo de integración del politicable. ¡Cómo es el amor! Por cierto, Laporta es tigre. Consulten google (horóscopo chino) y no se rían, que es peor.