La crisis económica y las dificultades para encontrar un trabajo en la provincia de Castellón han hecho mella en el llamado ‘efecto llamada’. Las oficinas de Extranjería de la capital han registrado la mitad de atenciones y tramitaciones de expedientes que hace un año. Algo que, según explicó ayer el subdelegado del Gobierno en Castellón, Antonio Lorenzo, se debe a la situación económica de la provincia y a «una situación de ralentización de los flujos migratorios en España por este motivo». Aunque se desconoce el número de personas que han decidido retornar a sus países de origen al quedarse sin trabajo o ingresos, los datos facilitados ayer recogen que tanto las atenciones a ciudadanos extranjeros como la tramitación de expedientes han caído a la mitad.

Según explicó el subdelegado del Gobierno, en las dos oficinas de la capital de La Plana (ubicadas en la calle Tenerías y en Casalduch) se atendieron a 21.620 extranjeros y a 2.230 profesionales que se acercaron para presentar la documentación oportuna para la regularización de las personas a las que contrataba.

«Este dato es inferior a las más de 30.000 atenciones que se realizaron durante el año anterior, con lo que en 2009 se ha reducido en un 55% la atención a ciudadanos extranjeros», dijo Lorenzo.

En cuanto a los expedientes de autorización de trabajo o de residencia, las oficinas de Extranjería procesaron un 45% menos, lo que «responde a la ralentización del flujo migratorio en España como consecuencia de la actual situación de crisis económica», apuntó.

También han descendido en un 47% las solicitudes de reagrupación familiar al tramitarse menos de 1.900 casos. Además, las solicitudes de autorización de residencia por arraigo han caído ligeramente, en concreto, un 23%.

Sin embargo, frente a estos descensos lo que sí ha aumentado es el número de órdenes de expulsión que se han tramitado y que se han ejecutado. «A lo largo de 2009 se dictaron 914 órdenes de expulsión, un 17» más que en 2008», destacó el subdelegado del Gobierno en Castellón. Además, se incrementó en un 33% en número de personas que fueron finalmente expulsadas.

Todos estos datos hay que englobarlos en el total de ciudadanos de otros países que residen en la provincia. Según los últimos datos oficiales disponibles – enero de 2009, en Castellón había 112.604 extranjeros, un 18,7% de la población total, lo que suponía un 4% más que en enero de 2008. Del total de extranjeros, 69.960 eran comunitarios, especialmente de Rumanía (54.446), seguidos de italianos, británicos, alemanes, franceses y búlgaros, entre otras nacionalidades.

Así mismo, había 42.092 extranjeros no comunitarios, de los que el mayor porcentaje (42%) eran de Marruecos y, además, 4.657 eran colombianos y 2.237 ecuatorianos. Lorenzo señaló que el trabajo realizado en la Unidad de Extranjería de la Subdelegación del Gobierno «ha sido muy importante, aunque la presión de la inmigración ha sido menor».

Pese a ello, las colas a las puertas de estas oficinas se han seguido viendo a lo largo del pasado año. Como ejemplo, cabe recordar la denuncia que realizó Csi·F el pasado mes de octubre. La supresión del horario vespertino provocó de nuevo un aumento de las colas de personas que acudían a realizar sus trámites. Los propios trabajadores de la oficina tildaron las colas de «vergonzosas» y denunciaron que sólo dos funcionarios atendían a 250 personas al día.

También hubo denuncias en cuanto al tiempo que se tardaba en resolver los expedientes. El subdelegado del Gobierno manifestó ayer que «el tiempo de resolución es rápido» aunque reconoció que en algunos casos, «por la complejidad de la tramitación» se tarda más en resolver. «Las tramitaciones que no tienen problemas administrativos son ágiles, porque el volumen global ha descendido de forma importante», apuntó.

Tasa de paro

En cuanto a los extranjeros que se encuentran en situación de desempleo, a fecha de 31 de diciembre de 2009, el número de parados era de 15.781, el 28,4 % del total de la población desempleada en la provincia. Esta cifra supone un 53,7% más que en 2008.

Del total de desempleados extranjeros, 11.715 reciben prestaciones por desempleo y 30.551 están afiliados a la Seguridad Social, un 8,8% menos que en 2008.

En este sentido, Lorenzo aclaró que, en 2009, «se incrementó el número de ciudadanos rumanos afiliados a la Seguridad Social, un total de 15.198, es decir, 63 más que en 2008, mientras que descendió la cifra de afiliados entre la población marroquí, 921 menos que el año anterior».

Ante este incremento del paro que está golpeando duramente a los extranjeros que residen en la provincia se han propuesto algunas alternativas que no han llegado a cuajar. Una de ellas es la feria rumana de empleo celebrada en Castellón para captar mano de obra residente en la provincia que esté dispuesta a retornar a Rumanía y trabajar allí. El bajo salario y otros factores hizo que la iniciativa no tuviera el efecto deseado.

Además, también se propuso a los trabajadores rumanos volver a su país a buscar trabajo y, a la vez, cobrar íntegramente allí la prestación por desempleo a la que tengan derecho en España. A cambio de cobrar el paro, el trabajador rumano se comprometerá a «una búsqueda activa de empleo en su país», explicó el ministro. La idea tampoco ha ganado muchos adeptos en Castellón.