Tan céntrico como el Raval, con problemas muy parecidos, pero con menor atención social y del Ayuntamiento. El barrio del Poblesec, aunque pertenece administrativamente al distrito de Sants-Montjuïc, es un caso aparte. Acostado en la ladera de la montaña, una avenida del Paral.lel moribunda hace de dique a un barrio transformado por la llegada de la inmigración, que ya representa casi el 30 por ciento de sus 40.000 habitantes. Con cierta sensación de abandono, el Poblesec reclama más atención al Ayuntamiento y al distrito, este dirigido por Imma Moraleda: como sucede con la Barceloneta, adscrita a Ciutat Vella, Poblesec exige un trato especial, temiendo lo que algunos vecinos definen ya como la «ravalización» de la zona.
Ayer mismo, y con objeto de intentar contener y atajar un «run run» de descontento que cada vez es mayor, se constituyó la Mesa de la Convivencia, que el Consistorio quiere que sea un punto de encuentro y pacificación entre entidades de inmigrantes y vecinos de toda la vida, que ven como el paisaje de su barrio ha cambiado: el choque cultural de ver a decenas de personas haciendo vida en la calle o el volumen de la música, por citar lo más anecdótico, se mezcla con episodios de incivismo, botellón u asuntos ya más serios como los hurtos o el menudeo de drogas… en el Poblesec, hay descontento.
Este mismo fin de semana, Guardia Urbana y Mossos identificaron a 341 personas y denunciaron a 107 por infringir la ordenanza de Civismo en un redada conjunta en el Paral.lel. Un operación, se explicó, para prevenir conflictos de convivencia, evitar la ocupación «intensiva» de la calle y actuar contra el consumo de alcohol y de drogas.
PP: más policía
En esta línea, el grupo municipal del PP reclamó ayer reforzar de manera permanente el dispositivo policial y atajar los problemas de convivencia, singularmente los relacionados con la comunidad dominicana.