LUIS BENVENUTY – Barcelona

El rejuvenecimiento de los vecinos y el aumento de población causan nuevos problemas
Una veintena de entidades ciudadanas del Poble Sec constituyeron ayer la Taula de Convivència del barrio. Se trata de una iniciativa municipal destinada a propiciar el conocimiento mutuo de los distintos colectivos de este rincón del distrito de Sants-Montjuïcpara prevenir el incivismo y garantizar la convivencia. Yes que, tal y como explicó La Vanguardia el pasado diciembre, en los últimos años, debido principalmente a un precio de la vivienda inferior al de buena parte del resto de la ciudad, el Poble Sec ha pasado de ser un barrio envejecido, de gent gran de tota la vida, a un joven crisol de culturas donde la inmigración se acerca al treinta por ciento.

La explosión demográfica – ya son más de 40.000 sus vecinos-ha dado pie también a un alto nivel de habitantes por piso y su traducción en un uso intensivo del espacio público, de unas calles estrechas donde todo se oye y todo molesta. Ello amenaza con la aparición de guetos sociales en el barrio, que cada uno se relacione únicamente con los de su mismo origen; y, además, con minar la autoestima del Poble Sec.

“Lo que pretendemos con esta iniciativa – explicó ayer la concejal del distrito ImmaMoraleda-es que las distintas entidades del Poble Sec lleven a cabo iniciativas conjuntas que propicien el conocimiento mutuo y refuercen los vínculos de la gente con el barrio. El reto es acabar con la incertidumbre y el miedo que provoca el desconocimiento y lograr que todo el mundo tenga bien claro cuáles son sus derechos y sus deberes. Es un tema difícil que requiere tiempo. Hay que sumar esfuerzos en pos de la cohesión social”.

Las bases, no obstante, ya están puestas. El Poble Sec cuenta con un riquísimo y variado tejido asociativo, desde sus castellers de siempre hasta la Asociación Cultural Fazian e Medina, pasando por la iglesia evangélica y las parroquias católicas. Y buena parte de ellas están ya interrelacionadas a través de iniciativas conjuntas, como se puso de manifiesto las pasadas Navidades, cuando una asociación solidaria y otra de comerciantes orquestaron una amplia recogida de alimentos para las familias más necesitadas del barrio.

Desde hace un lustro el Poble Sec acoge cada año Cuines del Món,una feria gastronómica destinada a mostrar todos los modos de preparar la comida que hay a este lado del Paral · lel. Además, los precios de los locales están atrayendo al barrio a numerosos artistas, algunos de renombre y otros incipientes. Los espacios culturales y las galerías de arte ya forman parte de la vida cotidiana del barrio. No todos los cambios han sido negativos.

La Taula recién constituida también servirá para limar las diferencias entre entidades que los nuevos problemas han traído al barrio. Así, en esta mesa se encontrarán la Unió de Veïnsy la Coordinadora d´Entitats. Aquellos que a finales del año pasado colgaron de varios balcones las mismas pancartas que desde el verano abundan por el Raval, las que dicen Volem un barri digne.Y aquellos que están en contra de ellas porque creen que ya viven en un barrio digno, con problemas pero digno.

Y es que el Poble Sec no es el Raval, pero algunos de los problemas de Ciutat Vella amenazan con cruzar la avenida del Paral · lel. Cada vez son más los toxicómanos e indigentes que buscan refugio en el Poble Sec.

Además, el sentimiento de inseguridad ciudadana crece entre los vecinos. No se da una oleada de criminalidad, pero las palizas o los atracos a los ancianos a la salida del banco son delitos que siempre generan un gran desasosiego vecinal. En todo caso, aseguró ayer la edil Moraleda, la seguridad no estará en la lista de temas a tratar en la Taula. “La seguridad quedará en manos de las instituciones”, dijo.