Detectan malos procedimientos
Prensa Libre, 06-02-2010
El 45.1 por ciento de los migrantes que fueron detenidos en albergues en México, en los últimos tres años, eran guatemaltecos, según estudio de la ONG Sin Fronteras, que reveló irregularidades en el trato a los migrantes a su paso por ese país.
Sin Fronteras calcula que cada año pasa un promedio de cien mil migrantes de diferentes nacionalidades por las estaciones migratorias mexicanas.
Del 2007 al 2009 la organización registró a 124 mil 77 guatemaltecos en centros de migrantes, lo que representa el 45.1 por ciento de las personas que llegan a los albergues.
Le siguen los hondureños, con 90 mil 194 en centros migratorios (32.8 por ciento), y los 40 mil 243 salvadoreños (14.6 por ciento).
Los centroamericanos representan más del 92 por ciento de quienes resultan detenidos y deportados por las autoridades mexicanas. El resto son ciudadanos de otros países latinoamericanos, como Brasil, Cuba y Ecuador.
Según el estudio, “a estas personas extranjeras se les restringen severamente sus derechos fundamentales, como la libertad, el derecho al debido proceso, el acceso a la justicia, el derecho a solicitar y a recibir asilo, el derecho a la salud y a la educación”.
En la actualidad, en México hay 47 estaciones migratorias en operación, localizadas en 23 estados, aunque el mayor porcentaje se encuentra en Chiapas, que alberga 10 centros.
En ese estado detienen a 45 por ciento de los inmigrantes .
La investigación de la organización no gubernamental (ONG) Sin Fronteras dice que la ubicación de los albergues “se explica por la política del Gobierno mexicano de evitar la internación de migrantes al territorio nacional, así como de reducir el costo de su expulsión a los países de Centroamérica”.
Amílcar Vásquez, del área jurídica de la Pastoral de Movilidad Humana, explicó que muchas veces los problemas para los migrantes radican en los malos procedimientos que aplican las autoridades mexicanas, como tener a los migrantes encerrados por más tiempo del que permite la ley de esa nación, que es de 90 días.
Después de dos supervisiones en las estaciones de Iztapalapa, en el Distrito Federal, y Tapachula, Chiapas, se comprobó que en esta última los menores de edad se quejaban de la escasez y la mala calidad de la comida, y por la falta de ventilación en ambos centros.
En Tapachula, los menores declararon haber sido “encerrados” en sus dormitorios. Otros problemas hallados son la falta de limpieza y los malos olores, la ausencia de médicos o la presencia esporádica de estos, y la falta de recursos como ropa en las estaciones, pese a que tiene partidas presupuestarias para ello.
Otro dato preocupante fue que la mayor parte del personal contratado no cuenta con conocimiento de los principios y normas de protección de los derechos humanos.
El informe señala que las autoridades mexicanas buscan en especial a los migrantes centroamericanos por su aspecto y su forma de hablar.
Vásquez explica que “en las casas del migrante se escuchan muchas historias sobre el momento de la detención, como los términos racistas que utilizan las autoridades mexicanas, y lo que caracteriza a estas parece ser la prepotencia y las malas palabras”.
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