Francia aplaza la deportación del magrebí retenido en Hendaia

LAS AUTORIDADES GALAS DECIDIRÁN EL PRÓXIMO 10 DE FEBRERO SI EXPULSAN A Fathi Bibuda A Marruecos

Deia, J. G., 05-02-2010

bilbao. Fathi Bibuda seguirá en Hendaia al menos hasta el próximo miércoles. El marroquí empadronado en Bilbao, protagonista involuntario de una rocambolesca historia, consiguió librarse ayer de la deportación inmediata desde Sete a Marruecos. El abogado de este magrebí casado con una bilbaina, Javier Galparsoro, confirmó ayer a DEIA que su defendido continuará en el centro para inmigrantes de Hendaia hasta el próximo miércoles, 10 de febrero, día en que las autoridades galas decidirán si Fathi tiene que volver a Marruecos o, por el contrario, se le permite volver Bilbao, cumpliendo así con el auto judicial del Juzgado número 2 de Donostia que ordena la readmisión en el Estado del súbdito marroquí, ya que se encuentra a la espera de una resolución del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) sobre la concesión de la tarjeta de residencia en el Estado español. Las autoridades galas permiten de esta manera a la defensa de Fathi preparar bien los recursos y aportar las pruebas pertinentes para que se permita el regreso a Bilbao, mientras el alto tribunal decide si se le renueva la tarjeta de residencia atendiendo a su matrimonio con una joven bilbaina.

Este aplazamiento de la deportación a Marruecos, que estaba prevista en un principio para ayer mismo, ha devuelto a la familia de Fathi la esperanza en que pronto se solucione este entuerto judicial y la pesadilla acabe con la vuelta a casa, es decir, a Bilbao, donde está empadronado.

Bibuda permanece retenido en Hendaia desde el pasado 21 de enero, cuando volvía a la capital vizcaina tras visitar a unos familiares en París. En un primer momento, las autoridades francesas solicitaron un pedido de readmisión a España, ya que tiene documentación española, pero fue rechazada por la Comisaría de Policía de Irun, amparándose en el argumento de que se le había denegado la tarjeta de residencia. Sin embargo, las autoridades policiales de Irun no se percataron de que se había recurrido la denegación de residencia, por lo que debieron permitir la entrada, tal y como lo corroboró después un juzgado de Donostia.

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