Berlusconi cree que a «menos 'ilegales', menos criminalidad»

El Correo, AGENCIAS, 29-01-2010

Silvio Berlusconi volvió a prender ayer la mecha de la polémica con unas controvertidas declaraciones en las que equiparaba a inmigrantes y delincuencia. Durante un Consejo de Ministros extraordinario en Reggio Calabria, al sur de Italia, el primer ministro aseguró que «una disminución de los extracomunitarios significa menos fuerzas que van a engrosar las filas de las organizaciones criminales». La oposición reaccionó airadamente y tildó sus palabras de «vergonzosas» porque con ellas «se incita al racismo».

El primer ministro italiano, que desplazó a su Gobierno a la capital calabresa para sellar un nuevo acuerdo en la lucha contra las mafia, reclamó a la Unión Europea más ayuda para frenar la llegada de inmigrantes a Italia. A juicio de ‘Il Cavaliere’, los Veintisiete deben aportar la financiación necesaria para evitar la llegada de ‘ilegales’ desde el norte de África. «Los costes deben ser asumidos por toda la Unión, no sólo por los países ribereños del Mediterráneo», subrayó el mandatario, que también pidió respaldar a Libia en su «labor de vigilancia» de los clandestinos.

El ministro del Interior, Roberto Maroni, destacó que gracias a la colaboración libia la entrada de inmigrantes ha descendido drásticamente en Italia. Según sus cálculos, el año pasado llegaron a las costas transalpinas 9.573 ‘ilegales’, un 74% menos que en el ejercicio anterior.

Tanto Berlusconi como su ministro del Interior entraron de lleno en el conflicto de la inmigración durante su visita a Reggio Calabria, que en las últimas semanas ha saltado a las primeras páginas de los periódicos italianos por los enfrentamientos entre vecinos e ‘ilegales’ en la localidad de Rosarno. El estallido de violencia, que desembocó en el traslado de centenares de trabajadores clandestinos a otras regiones del país, se produjo después de que unos desconocidos dispararan con escopetas de aire comprimido a dos ‘sin papeles’.

Efectos «imprevisibles»

Pese a los graves incidentes que se desencadenaron entre inmigrantes y vecinos, Berlusconi volvió ayer a avivar la polémica. El primer ministro destacó los resultados «muy positivos» que ha logrado su política migratoria e insistió en que con menos ‘sin papeles’ se reducen «las fuerzas que van a engrosar las organizaciones criminales». Livia Turco, parlamentaria del opositor Partido Demócrata, censuró de inmediato las declaraciones del líder conservador, al que acusó de «alimentar un clima de intolerancia cuyas consecuencias son imprevisibles».

Aunque las cuestiones migratorias dominaron la jornada, el Gobierno de Berlusconi había acudido a Reggio Calabria para dar un golpe de mando ante la mafia regional – la Ndrangueta – en su gran feudo. El primer ministro presentó un plan especial con el que pretende unificar la lucha estatal contra el crimen organizado. Entre las medidas presentadas, destaca la intención de aumentar las incautaciones de bienes a las mafias, un punto esencial para debilitar su implantación en distintas zonas del país.

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