PRINCIPIOS PARA ADMINISTRAR LA INTERCULTURALIDAD

BCN define una estrategia para gestionar la diversidad

# Hereu presenta un plan para abordar la inmigración como un fenómeno positivo # • El decálogo surge de las respuestas de 3.000 personas a una encuesta municipal

El Periodico, , 28-01-2010

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

Casi como si siguiera el célebre «tot està per fer i tot és possible» de Miquel Martí i Pol, el alcalde, Jordi Hereu, presentó ayer el decálogo Barcelona Intercultural, que marcará las líneas estratégicas de las políticas de la ciudad en «gestión de la diversidad». Esquivando en todo lo posible la palabra inmigración –substituyéndolo de forma insistente por conceptos como diversidad e interculturalidad– Hereu definió esa «interculturalidad» como «una magnífica oportunidad que hay que saber gestionar» y debe ser «un concepto transversal que impregne todas las áreas de gestión».
«Resumiendo, la Barcelona intercultural es posible», vaticinó Hereu, quien añadió que en momentos como estos es cuando hay que hablar de la riqueza que supone la diversidad, en clara alusión a la polémica sobre el padrón de Vic.
En el decálogo destacan conceptos como el principio de igualdad y la movilidad social, la educación, la lengua, la convivencia y la vitalidad social. Para elaborarlo, el ayuntamiento abrió un proceso participativo en el que más de 3.000 personas de distintos ámbitos y perfiles respondieron a cinco preguntas sobre el impacto del aumento «de la diversidad cultural» (Barcelona ha pasado de tener un 3,5% de extranjeros en el 2000 al 18% actual). De las respuestas se extrae que el 72% de los barceloneses valora positivamente la diversidad. Un 37,7% la considera un reto, y un 34,5%, una riqueza. En el otro extremo, un 21,2% la valora como «una pérdida y amenaza».
En cuanto a la pregunta sobre qué factores dificultan las relaciones de convivencia entre los habitantes de Barcelona de orígenes culturales diversos (nuevamente sorteando el término inmigrante), un 48,1% de los encuestados cree que son «factores subjetivos-relacionales», como estereotipos, prejuicios y costumbres diferentes.
Según Dani de Torres, comisionado del Ayuntamiento de Barcelona para a la inmigración, la principal conclusión del proceso participativo es que «es necesaria la interacción positiva para producir el conocimiento necesario». Es decir, el intercambio es básico para identificar los elementos comunes, reforzar los valores, potenciar un sentido de pertenencia compartida y producir un aprovechamiento real de la diversidad. «Tenemos trabajo, ¿eh?», concluyó irrefutable Hereu.

PELEA POR EL PADRÓN / Mientras el alcalde presentaba sus buenos propósitos en la materia, el presidente de ICV-EUiA en el ayuntamiento, Ricard Gomà, defendía el empadronamiento como una herramienta para «dimensionar los servicios» y como «palanca de inclusión social» y acusaba al grupo municipal del PP de hacer «planteamientos abiertamente racistas cuando defienden estrategias que obstaculicen el acceso de algunas personas al empadronamiento por motivos de origen».

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