Una encuesta postelectoral encargada por Ferraz tras las generales del 2008 demostró empíricamente que lo que “más daño” le había hecho al PSOE era el duro discurso que el PP había enarbolado durante la campaña electoral en materia de inmigración. Y ahora que el PP ha vuelto a incidir en este debate a raíz de la polémica de Vic, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, lo tachó ayer de “oportunista y malintencionado”. En la Moncloa critican al PP y aseguran que hacer “demagogia” con la política de inmigración “puede provocar xenofobia”. Y defienden que cuando el PSOE llegó al Gobierno en el 2004 había una cifra muy superior de inmigrantes ilegales, que se ha ido reduciendo gracias a sus políticas.