NINOTS Las políticas de extranjería

Rajoy plantea dar educación y médico a los ´sin papeles´ sin empadronarse

El líder del PP quiere una ley de Extranjería dura que garantice "control y orden"

La Vanguardia, , 23-01-2010

IÑAKI ELLAKURÍA – Barcelona

MANO DURA Rajoy aboga por la expulsión de aquellos inmigrantes con delitos de gravedad

CAMBIO POLÍTICO El líder del PP dice que hay “aires de cambio” y que él quiere liderarlos
Mariano Rajoy subió a la terraza de la Pedrera junto a un séquito de periodistas. Miró hacia el horizonte de una soleada Barcelona y exclamó: “¡Soplan aires de cambio político y el PP está dispuesto a liderarlos!”. Minutos después, en su discurso en la clausura de la escuela de invierno de los populares, esbozó algunas de las recetas con las que aspira a llegar a la presidencia del gobierno: endurecer la ley de Extranjería y abordar las reformas necesarias para salir de la actual coyuntura económica.

Inmigración y crisis, dos de las cuestiones sobre las que pivotará la campaña de los populares y que estos días centran el debate político después de la polémica generada alrededor del Ayuntamiento de Vic. Ayer, veinticuatro horas después de que el PP planteara en el Congreso los problemas de la actual ley de Extranjería, Rajoy se puso del lado de los municipios que reclaman más ayudas del Estado para hacer frente a los gastos sociales. Así, dijo que es necesario desvincular el padrón municipal de los derechos básicos de la sanidad y educación. “Creo que si los derechos de sanidad o educación no los garantizara el padrón, sino que se garantizaran por el mero hecho de ser seres humanos, sin ningún documento, ya nos evitaríamos muchos problemas”, declaró.

Adelantaba así a José Luis Rodríguez Zapatero, que desde Estrasburgo puso el miércoles el acento en la protección de los derechos humanos. Por eso Rajoy tuvo especial esmero en evitar que sus palabras pudieran ser tachadas de extremistas y defendió en su intervención que “todos los seres humanos, por el hecho de serlo, tienen derecho a los servicios básicos fundamentales”. Algo que, a su juicio, no choca con la necesidad de endurecer la ley de Extranjería en estos tiempos de “crisis económica”.

Rajoy quiere liderar “el cambio” en España y sabe que eso pasa por escuchar los ecos de inquietud que surgen de los municipios ante el fenómeno de la inmigración. Atento a estos movimientos, el presidente de los populares abogó por ejercer un mayor “control y orden” ante la llegada de nuevos inmigrantes al territorio español. “Se debe modificar la actual ley, ya que permite que sea más fácil entrar en nuestro país de forma ilegal con la reagrupación familiar que de manera legal”, declaró.

El dirigente popular avanzó que su partido pedirá en el Congreso que “no se pueda conceder autorización para residir y trabajar” a los inmigrantes a quienes se les haya dictado orden de expulsión. Ahondando en esta línea, apostó por expulsar a aquellos inmigrantes que sean condenados a un mínimo de seis meses de prisión por haber cometido algún tipo de delito doloso.

Una lucha contra la inmigración ilegal que Rajoy insistió en que debe coordinarse entre todos los gobiernos europeos. Por ello consideró necesario que la Unión Europea tenga una política inmigratoria común; que se prohíba por ley la regularización masiva de inmigrantes y que exista un contrato de integración que ponga negro sobre blanco los “derechos y deberes” de los ciudadanos extranjeros.

Más allá de la inmigración, la crisis económica fue otro de los temas que vertebraron el discurso de Rajoy.

Este apostó por ahondar en reformar estructurales para mantener “el Estado de bienestar y una economía competitiva”. Esto pasaría por la reducción del gasto público, con un plan presupuestario quinquenal, por reformar el sistema financiero y porque las entidades ofrezcan más crédito “a los emprendedores”. Asimismo consideró necesario que las entidades financieras que reciben ayuda del estado pongan a la venta los pisos que poseen en stock a “su precio real”. Horas antes, en una entrevista en Catalunya Ràdio, dijo que el Estado de las autonomías tiene que “cerrarse” porque “ya está hecho”, y lo que “debe preocupar ahora” es el exceso de leyes entre las diversas autonomías y abogó por “armonizar” la actual legislación.

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