Tres personas atracan a plena luz del día y a cara descubierta una joyería en Sestao
Los comercios de la localidad denuncian el aumento de robos en los últimos meses
Deia, 23-01-2010Sestao. Apenas pasaban unos minutos de las 13.00 horas y el centro de Sestao se encontraba abarrotado de gente. Es habitual que un viernes a última hora de la mañana muchos aprovechen para hacer alguna compra o tomar un tentempié antes de la comida. Quizás por eso, a todo el mundo le pilló por sorpresa el robo que se produjo ayer, a plena luz del día y con las calles muy concurridas, en la Joyería Urkijo, ubicada en Villar y Villate, y que le costó a una de las propietarias del negocio familiar, Begoña Urkijo, un susto que no podrá olvidar fácilmente.
Según Begoña, un hombre y una mujer – ambos altos y con rasgos latinoamericanos – entraron en el establecimiento y se interesaron por las cadenas. La dueña de la tienda estaba mostrándoles varios modelos sobre una de las mantas típicas de estos negocios cuando volvió a sonar el timbre. Al accionar el automático y abrir, Begoña se dio cuenta de que algo pasaba, “porque el hombre no hizo ademán de entrar; se quedó parado en el quicio”. Lo que estaba haciendo en realidad era sujetar la puerta para que la pareja pudiera escapar con el botín. “Me empujaron hacia atrás, cogieron la manta y se marcharon en un abrir y cerrar de ojos”, recordaba poco después la víctima.
Su reacción fue salir corriendo tras los cacos y su cómplice. En su persecución, desfiló por Las Llanas hasta la zona de la plaza San Pedro corriendo y gritando “¡Al ladrón! ¡Al ladrón!”. Sus voces alertaron a la dueña de una de las tiendas de moda de la zona. “Vi que era la joyera y la oí chillar, así que rápidamente llamé al 112 para dar aviso”, relataba Begoña, tocaya de su colega. Luego se asomó, como tantas otras personas, para comprobar qué estaba pasando. “Se montó un revuelo impresionante”, asegura.
“Llegué a tocar el coche” Los asaltantes tenían un vehículo esperando junto a las obras de la plaza Conde Balmaseda, muy próxima a la de San Pedro, y salieron disparados. “Llegué a tocar el coche con la mano, pero no les alcancé”, reconstruía la dueña de la joyería. Un joven en moto intentó perseguir al automóvil pero, al parecer, sus ocupantes le amenazaron con un cuchillo por la ventanilla. No obstante, fueron muchos los testigos y se han dado todos los datos del coche a la Ertzaintza. Se trataba de un Ford Focus negro, con matrícula de Madrid, según le trasladaron a Begoña.
Con la voz nerviosa y el cuerpo aún tembloroso, la propietaria de la joyería fue a la comisaría para poner la denuncia. “No creo que les cojan y, si lo hacen, ya no tendrán las joyas encima”, afirmaba. Begoña, sin embargo, confía en que el seguro cubra el robo y pague lo correspondiente como ya ocurrió en un episodio anterior. La Ertzaintza, por parte, confirmó que la investigación está en marcha y que fueron cuatro los individuos involucrados.
La noticia corrió como la pólvora por la zona. En Villar y Villate, todos estaban ya al tanto aunque casi nadie pudo ver lo ocurrido. “En el momento no me he enterado, pero sí que me lo han contado”, decían en la tienda de regalos y disfraces. En cambio, en Las Llanas, todos los bares y comercios fueron testigos de la persecución de Begoña y del “jaleo que se montó”, tal y como describían las encargadas de una agencia de viajes.
Varios robos en la zona Este establecimiento sufrió un robo la pasada semana, “por la noche, cuando la agencia de viajes estaba cerrada y no pudieron llevarse nada”, explican. Y no es el único caso de la zona en los últimos tiempos. El estanco de la plaza Conde Balmaseda también ha sufrido episodios similares. “Han entrado a robar dos veces en dos meses; la última, el 9 de diciembre”, recuerda la encargada. “Siempre ha sido de noche, así que hemos decidido instalar un sistema de alarma”. “Y ha habido más robos; llevamos unos meses que cuando no es uno es otro”, añade.
En estos casos cada cual cuenta su historia según la ha vivido. Hay quienes han tenido la suerte de no sufrir un solo percance en sus establecimientos y aseguran que el centro de Sestao es una zona muy tranquila. En el otro lado de la moneda, están los que han tenido que padecer algún atraco y reclaman más seguridad y presencia policial.
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