El alcalde de Vic (Barcelona), Josep María Vila d’Abadal, acusó ayer al Gobierno y a la Generalitat de Cataluña de practicar «buenismo» y «de no afrontar los problemas que supone la llegada de la   inmigración en algunos municipios».
«El presidente del Gobierno demuestra que no tiene nivel para ser el presidente», criticó el primer edil de la localidad catalana sobre el debate surgido a raíz de la propuesta de empadronar a los inmigrantes «sin papeles». A pesar que el jueves el alcalde acató el informe de la Abogacía del Estado en el que señalaba que la medida incumplía la Ley, la polémica no ha terminado.
«Decir que la medida es  xenófoba es de una injusticia absurda, es minimizar una cosa y atajarla cuando no la puedes tratar a fondo», aseguró el alcalde en una entrevista radiofónica. El presidente del Gobierno está «ridiculizando a la ciudad de Vic y  a su alcalde, es una manera burda y sucia de trabajar este tema», señaló.
En este sentido, acusó al Ejecutivo dirigido por José Luis Rodríguez Zapatero de no estar llevando a cabo su trabajo y de no cumplir la Ley de Extranjería, así como de no dar los recursos necesarios a los   municipios para afrontar la realidad social. «Yo no hubiese tenido que proponer esa media si la Guardia Civil hiciese su trabajo y no llegasen inmigrantes ‘sin   papeles’», dijo.
 Por su parte, aseguró que aún está esperando a que el   ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aborde el   asunto, tal y como le dijo en una visita a la ciudad.
Vila d’Abadal acusó también  al secretario de Inmigración de la Generalitat, Oriol Amorós, de hacer discursos «de que todo es fantástico». «Será difícil tratar la cuestión ya que da  miedo hablar del tema», dijo.