Con el caso del Ayuntamiento de Vic todavía latente, pese a que ayer reculó y aceptó empadronar a extranjeros ‘sin papeles’ – El Gobierno dejó claro que es una obligación de los municipios – , el Partido Popular de Murcia – una de las zonas con más inmigrantes del país – se alineó ayer con las tesis de su Dirección Nacional y reclamó una reforma de la Ley de Extranjería para detener la llegada de inmigrantes a la Región, al tiempo que criticó al portavoz parlamentario socialista, José Antonio Alonso, por afirmar que Génova está haciendo un uso electoralista de la inmigración ante las autonómicas del año que viene.

«No estamos utilizando a los inmigrantes como arma electoral; se nos ha llamado racistas y xenófobos, pero lo cierto es que no hay que hacer papeles para todos: hasta la Unión Europea se lo dijo a Zapatero, pero él sigue empeñado», dijo ayer Ascensión Carreño, secretaria de Inmigración del PP regional.

Carreño abogó por una «política de control» ante la llegada de inmigrantes y pidió que «la ley esté más clara porque tiene aspectos contradictorios». Según la dirigente conservadora, «la irresponsabilidad del Gobierno ante un tema tan importante como la inmigración ha provocado un enorme caos y hemos pasado de ‘papeles para todos’ a ‘empadronamiento para nadie’».

«Los inmigrantes que llegan a nuestra región deben respetar la Constitución y, hoy por hoy, las comunidades autónomas y los ayuntamientos están desbordados. Las regularizaciones masivas deben detenerse, es la única manera de controlar el problema», dijo Carreño.

Según la secretaria popular, «el sistema no está funcionando bien y España es el país perfecto para que las mafias campen a sus anchas; no se han establecido los controles pertinentes y el empadronamiento se puede hacer por internet, sin necesidad siquiera de pisar Murcia».