Sobre estas líneas, a la derecha, la víctima es atendida por varios vecinos del profundo corte que presentaba en el cuello, según los testigos. A la izquierda, la supuesta agresora con una bolsa.En la fotos pequeñas, dos detalles del suceso. :: FOTOS ALBERTO A.

«Había sangre por todos lados», repetía uno de los testigos, todavía sin poder haberse recuperado de la impresión por lo que acababa de presenciar. Un joven había descendido de un coche, un Seat Ibiza plateado, herido, ensangrentado. Dio unos pasos hasta la acera y cayó mientras la sangre seguía manando de su cuello. Fue auxiliado en primera instancia por algunos vecinos del lugar, hasta la llegada de efectivos de la Policía Nacional y de la Local, y después del Samu.

Sobre la una de la tarde la tranquilidad saltó hecha añicos en el barrio de Carrús, en el cruce de las calles Hermanos Navarro Caracena con Antonio Gomis Vicente. Según los datos recabados, una mujer, marroquí, de 32 años, degolló a su pareja, un argelino de 26 años. Ambos viajaban en un coche que conducía un amigo de ambos, en dirección al aeropuerto de El Altet donde la mujer iba a tomar un vuelo con destino a Bélgica.

Al parecer, antes de salir se produjo una discusión entre la pareja, y ya en el coche, de acuerdo con los datos, la mujer indicó que se le había olvidado algo en la casa, ubicada en Antonio Gomis Vicente. La Policía baraja que fue entonces cuando cogió un cuchillo de cocina de grandes dimensiones. Una vez de nuevo en el interior del coche, y tras haber recorrido unos metros, girando por Antonio Gomis Vicente hacia Hermanos Navarro Caracena, fue cuando la mujer, sentada en el asiento de atrás, sacó el cuchillo y degolló a su compañero, que iba de copiloto.

El conductor detuvo el vehículo de inmediato mientras la víctima bajaba del coche y quedaba tumbado sobre la acera recibiendo los primeros auxilios de la gente que pasaba en ese momento por la calle. La madre, que reside en las inmediaciones del lugar de los hechos, acudió tras ser avisada de lo que había sucedido, y vio a su hijo ensangrentado en el suelo siendo víctima de un ataque de nervios.

Muy tranquila

Por su parte, la agresora, siempre según los datos recabados y los testigos consultados, también descendía del coche con el arma en la mano, y mostraba una apariencia muy tranquila. Incluso según testigos, «daba la impresión de que jugaba con el cuchillo», que pasó varias veces por el vehículo donde se produjo la agresión. Cuando los policías le preguntaron qué había sucedido, reconoció ser la autora de los hechos. Al parecer, según fuentes consultadas, había dictadas órdenes de alejamiento mútuas, pero habían vuelto a estar juntos.

La víctima había perdido mucha sangre y fue trasladada al Hospital General. Los miembros del Samu consiguieron estabilizarlo y fue intervenido de urgencia. Permanece ingresada en la Unidad de Recuperación y el pronóstico es reservado pero muy grave. Tenía seccionada la yugular derecha y el músculo esternocleidomastoideo hasta la nuca.

La noticia de la agresión corrió con un reguero de pólvora por el barrio ilicitano, que cuenta con una importante colonia magrebí.