«Se consigue, pero siempre hay trabas al empadronamiento»
La Verdad, , 22-01-2010Dos inmigrantes magrebíes, ayer, descansando en un banco de Torre Pacheco :: ANTONIO GIL/AGM
Las trabas para el empadronamiento que se han puesto de manifiesto estos días en los ayuntamientos de Torrejón y Vic no han pillado de sorpresa al colectivo de inmigrantes del Campo de Cartagena. La mayoría de extranjeros abordados en La Unión, Fuente Álamo, Cartagena y Torre Pacheco se mostraron huidizos con la prensa – y espantados ante la posibilidad de tomarles una foto – , ya que temían que los periodistas pudieran ser policías de paisano, funcionarios municipales o simples delatores de su situación. Pero aquéllos que accedieron a hablar mostraron a las claras cuál es la ventaja fundamental de estar apuntados en el padrón de un Ayuntamiento.
De cualquier manera que lleguen a España, ya sea con más o menos documentación en regla, y al margen del acceso a los servicios básicos de Sanidad y Educación, el empadronamiento marca el inicio de la carrera hacia el concepto del arraigo para los ‘sin papeles’, y por tanto, hacia el permiso de residencia una vez transcurridos tres años. El empadronamiento se refuerza con giros a su país, visitar al menos una vez al mes al médico y almacenar cualquier factura o tique de productos o servicios. Bien por su experiencia personal, bien por la de familiares y conocidos, todos los inmigrantes aseguran que, de una forma u otra, muchos ayuntamientos, desde siempre, les suelen poner impedimentos: «Se consigue, pero siempre hay trabas», afirman.
También aludieron a la diversidad de documentación exigida en función del Consistorio del que se trate. En cualquier caso, antes de presentarse en el correspondiente servicio de Estadística, suelen enviar a un emisario para cerciorarse de los requisitos y evitar sorpresas, como el encuentro con la policía o preguntas comprometedoras del funcionario de turno.
Conscientes de ello, una fórmula generalmente infalible es la del empadronamiento ‘prepago’, es decir, propietarios que a cambio de dinero facilitan un contrato de alquiler o incluso atestiguan que un amigo o familiar vive en su casa. Aunque no sea así.
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