En Guantánamo se preparan campos de internamiento para los que traten de llegar a Florida o Puerto Rico. El Gobierno de Haití anuncia traslados masivos de población
Washington bloquea la costa haitiana para evitar una oleada de «balseros»
La Razón, 22-01-2010Millares de personas se agolpan en los puertos de la isla a la búsqueda de una plaza hacia Estados Unidos.
PUERTO PRÍNCIPE, MIAMI – Las fosas, abiertas con excavadoras, tienen cuatro metros y medio de profundidad por ocho de anchura. Hay, al menos, catorce enormes sepulturas en el lugar donde estuvo el pueblo de Clerzier, al norte de la capital haitiana. «He visto tantos niños… De noche no consigo dormir y, si lo hago, es una pesadilla constante». Quien habla es Foultone Fequier, uno de los enterradores voluntarios. «Sólo ayer, recibí 10.000 cadáveres».
Las cifras del Gobierno haitiano, difundidas por la Comisión Europea, son espeluznantes: ya se ha enterrado a 80.000 muertos, pero se calcula que habrá otras 120.000 víctimas mortales. La misma comisión cifra en dos millones el número de desamparados y 250.000 los que necesitan ayuda urgente.
Con este panorama, no es de extrañar que muchos haitianos vuelvan, una vez más, los ojos hacia Estados Unidos, la tierra de promisión en la que ya se han instalado dos millones de sus compatriotas, y que varios millares se agolpen en los puertos de la isla tratando de conseguir un viaje hacia el sueño americano.
Pero Washington ha tomado sus medidas. La Navy y la Guardia Costera han reforzado las patrullas navales que, incluso, dificultan la navegación de cabotaje en las aguas territoriales. Helicópteros con altavoces, pasquines y avisos por radio repiten hasta la saciedad el mismo mensaje: «No intenten llegar a Estados Unidos; serán devueltos a Haití».
Ayer, el almirante norteamericano Thomas Copeman confirmó que se estaban rehabilitando los viejos campos de internamiento de Guantánamo; los mismos que acogieron a millares de «balseros» haitianos en la década de los noventa del pasado siglo. «Se están preparando un millar de tiendas de campaña… Podríamos alojar a unas 10.000 personas».
Sin embargo, para la población isleña los mensajes son contradictorios. Ha corrido como la pólvora que se va a «amnistiar» a los haitianos ilegales; que se van a otorgar permisos de trabajo. Es cierto, pero se trata de una medida excepcional y temporal que solamente afecta a los inmigrantes irregulares de Haití que ya se encontraban en suelo norteamericano antes del terremoto. Ayer, desde Toledo, donde se encontraba reunida con los ministros de Interior de la UE, la secretaria de Seguridad Nacional norteamericana, Janet Napolitano, aclaró que los haitianos que hayan entrado de forma irregular en EE UU con posterioridad al día del terremoto no podrán beneficiarse del estatuto de asilo temporal.
Washington, que comprende el alcance de la tragedia, sabe que la única manera de impedir una oleada de «balseros» es trabajar sobre el terreno. Ya hay grandes proyectos de futuro. Proyectos que incluyen, según el Gobierno, el traslado masivo de población hacia las regiones del norte. Se habla de desplazar a 400.000 personas. Ap/Efe
Canadá se apresta a liderar el «plan Marshall»
Canadá continuaba ayer con los preparativos para el envío a Haití de unos mil soldados para la fuerza de estabilización del país, mientras ultimaba los detalles de la reunión internacional que el próximo lunes sentará las bases para la reconstrucción del país caribeño. Canadá ya cuenta con unos mil soldados y marinos desplegados en Puerto Príncipe realizando labores de asistencia a los damnificados por el terremoto, pero el Gobierno de Ottawa se ha comprometido al envío de, al menos, otros mil soldados en los próximos días para mantener la seguridad en Haití. Al mismo tiempo, Canadá está desplegando una intensa actividad diplomática de la que el mejor exponente es la conferencia de ministros de Asuntos Exteriores que se celebrará el próximo lunes en Montreal, y que servirá para preparar la cumbre de jefes de Estado que deberá establecer un auténtico «Plan Marshall» de reconstrucción a largo plazo para Haití. Canadá pretende jugar un papel líder en el proceso de reconstrucción de la isla caribeña, en parte por su interés en los asuntos latinoamericanos y en parte por su numerosa población de origen haitiano, uno de cuyos integrantes es la actual gobernadora general, Michaelle Jean.
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