El sondeo anual de Valoración del Gobierno catalán presentado ayer por el CEO vuelve a mostrar un perfil de votante en Cataluña que se sitúa mayoritariamente en el centro – izquierda, se siente «tan español como catalán» (43,6%) – baja el porcentaje de quienes se sienten sólo catalanes, del 18% del año pasado al 16,4% actual – y culpa al Gobierno de los problemas en la relación Cataluña – España.

En el apartado de las preocupaciones, y al margen de la desafección política, destaca la caída de la inmigración, que pasa del tercer lugar de 2008 al cuarto de este año, pese a que esta cuestión ha monopolizado el debate político las dos últimas semanas debido a la polémica sobre el empadronamiento en el Ayuntamiento de Vic (Barcelona). Una polémica que no se había desatado cuando se realizó el trabajo de campo. Los encuestados identifican al Gobierno como principal responsable de la gestión de la inmigración, mientras ayuntamientos y gobiernos autonómicos juegan un papel secundario.

En el ranking de las preocupaciones catalanas cae el acceso a la vivienda y sube la inseguridad ciudadana, además de la relación Cataluña – España. Una cuestión en la que una aplastante mayoría (53%) responsabiliza al Gobierno, frente al 25% que atribuye la responsabilidad a la Generalitat.

En consecuencia, la inversión en vivienda de protección oficial es el gasto público al que más catalanes están dispuestos a renunciar (38,1%) mientras el gasto sanitario es irrenunciable para el 45,6% .