barcelona. Después de los avisos lanzados en los pasados días por el PSOE y el PSC para que los concejales socialistas en el Ayuntamiento de Vic se desmarquen de la pretensión de vetar el empadronamiento a los inmigrantes sin papeles, el Govern catalán salió ayer a la palestra para garantizar que todos los ayuntamientos catalanes empadronan a los inmigrantes , tengan o no papeles. Al mismo tiempo, instó al Consistorio de Vic a acatar la normativa estatal, lamentando el “embrollo” que ha causado la decisión del gobierno municipal.

Fue el conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, el que afirmó en una rueda de prensa que la Generalitat rechaza de forma contundente el uso electoral de la inmigración, por lo que instó a todos los partidos políticos a no caer en ello. Estas declaraciones se produjeron después de que la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, anunciase que la inmigración será precisamente uno de los ejes de su campaña en las elecciones autonómicas.

Nadal recordó que las administraciones locales, entre ellas la de Vic, consensuaron hace dos meses, en el marco de la Mesa de Ciudadanía e Inmigración de la Generalitat, un documento que señala que los ayuntamientos “tienen la obligación” de inscribir a todas las personas que viven en la localidad.

El conseller puntualizó que no lanza “ningún reproche” a la actuación de Vic, ya que “todavía no se ha aplicado nada”, aunque apuntó que hay otros ayuntamientos catalanes con problemáticas similares que “ni arman tanto revuelo ni levantan tanta polvareda”.

De forma paralela, el coordinador económico del PP, Cristóbal Montoro, se desmarcó ayer en gran medida del discurso que a este respecto ha venido manteniendo su partido, y condenó que “la izquierda y algunos partidos políticos” revelen su cara “xenófoba” y digan que no se “pueden empadronar” a los inmigrantes ilegales. En este sentido, defendió los efectos “enormemente positivos” para la economía española de la llegada de los inmigrantes y aseveró que “hay que reconocerles sus derechos”.

Respecto a la sorpresa que pueden provocar estas declaraciones, cabe recordar que, al hilo de esta polémica, el presidente del PP, Mariano Rajoy, reclamó un endurecimiento de las leyes de extranjería. Ayer mismo, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aprovechó esta coyuntura para arremeter contra el PSOE y afirmó que “el problema es que el mismo partido que en su día dijo papeles para todos ahora entiende que no se debe empadronar a aquellas personas que vivan en un municipio porque no interesa. Éste es un problema de los vaivenes del PSOE en materia de política de inmigración”.

“vómito xenófobo” Siguiendo en clave popular, el vicepresidente y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, dijo ayer que la política de inmigración del Consistorio de Torrejón de Ardoz, donde se vive una situación similar a la de Vic, busca evitar los “domicilios patera”. “Lo que ha hecho Torrejón, dentro de las competencias que tiene, es que para empadronar, a efectos de defender los derechos de los inmigrantes , exige que se acrediten las condiciones del domicilio para evitar algo que ha sido largamente denunciado como son los pisos patera”, explicó. No lo vio igual el coordinador general de IU en Madrid, Gregorio Gordo, que calificó ayer la actitud del consistorio de “vómito xenófobo”.