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El sistema de vigilancia costera con radares móviles estará operativo en Pontevedra a lo largo del próximo año

La Voz de Galicia, López Penide, 20-01-2010

El Sistema Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) estará operativo en la costa de Pontevedra a lo largo del próximo año. Así lo prevé el Ministerio del Interior, que mantiene el 2011 como tope para que esté funcionando la vigilancia costera de las Rías Baixas, al igual que en Tarragona, mediante radares móviles.

Todo parece apuntar a que, con la práctica totalidad del litoral mediterráneo vigilado por el SIVE – solo restaría por ubicar este proyecto en Barcelona y Gerona – , la intención de Interior es que Pontevedra sea el comienzo del despliegue de estos radares por la costa atlántica y cantábrica. De hecho, a priori, las previsiones son que, después de Pontevedra, sea el litoral coruñés el que disponga de estos radares, si bien por el momento, y en relación con esta provincia, no hay fechas concretas.

Las fuentes consultadas no dudan en achacar al SIVE los éxitos que se están obteniendo en España contra la inmigración ilegal. De hecho, los datos oficiales refieren que, a lo largo del 2009, fueron 7.285 los inmigrantes ilegales que llegaron a territorio nacional a bordo de embarcaciones, una cifra que contrasta con los 13.425 que se contabilizaron un año antes o los 39.180 que arribaron al litoral español durante el 2006.

En este punto, las autoridades sitúan el hecho de que «por primera vez en un década, ha habido cuatro meses en los que no ha llegado ningún inmigrante ilegal a Canarias».

Ejercicio práctico en Baiona

Mientras que en el Mediterráneo el sistema de radares costeros se centra en la lucha contra la inmigración clandestina, en Pontevedra su principal actuación tendrá que ver con el narcotráfico y cualquier hecho delictivo que pueda tener como escenario el litoral de las Rías Baixas. La apuesta decidida que ha realizado la Administración central por implantar este sistema en Pontevedra quedó plasmada hace algunos meses cuando la Guardia Civil realizó una serie de ejercicios prácticos en aguas de Baiona.

El adiestramiento partía del supuesto de que, como consecuencia del arresto de un terrorista, los agentes encontraron un croquis referido a una entrega de armas en un playa para lo cual se iban a utilizar distintas lanchas. El SIVE demostró su potencial detectando las embarcaciones, realizando un seguimiento y coordinando su interceptación con medios aéreos, terrestres y marítimos.

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