España "blinda" sus costas a la llegada de inmigrantes ilegales
En un año se han reducido a la mitad el número de africanos que arriban en cayucos y pateras
Deia, 17-01-2010AQUEL que llega a España ilegalmente va a volver a su país". Es el mensaje que ayer lanzó el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba a las mafias que favorecen la llegada de inmigrantes a las costas españolas. “Que no engañen a la gente y que no les hagan jugarse la vida”, enfatizó en la rueda de prensa en la que hizo balance de lo que había sido la lucha contra la inmigración ilegal durante el pasado año.
Fue en 2006 cuando la tremenda oleada de cayucos que llegaron a Canarias, hicieron al Gobierno español replantearse su política contra la inmigración ilegal. Ese año llegaron a las costas del Estado 39.180 ilegales. Así que se pusieron en marcha toda una serie de herramientas que blindaban las playas del Estado a miles de africanos que se la jugaban en la búsqueda de una vida mejor.
Según las cifras ofrecidas por el propio Rubalcaba, el número de inmigrantes llegados a España en 2009 en cayucos y pateras ascendió a 7.258. Es decir, casi un 46% menos que en 2008, cuando la cifra fue de 13.425. Un notable descenso que el ministró achacó a las políticas puestas en marcha en esta materia que han supuesto el incremento de las Fuerzas de Seguridad del Estado, unas fuertes medidas de repatriación y la colaboración con los países de origen y de tránsito de la inmigración ilegal, entre los que destacó Argelia, Marruecos, Mauritania, Senegal y Malí.
De hecho, en 2009, el número de efectivos policiales que trabajaron en fronteras e inmigración ascendió a 15.877, un 55% más de los que se ocupaban de estos menesteres en 2003. Todo un despliegue. Y toda una paradoja si se tiene en cuenta que fue el propio gobierno socialista el que apostó por regularizar la situación de miles de inmigrantes. Ahora se opta por cerrar a cal y canto las fronteras. Rubalcaba aseguró tener claro que este descenso de inmigrantes ilegales llegados por mar se debe a la puesta en marcha de estas medidas, y no a la crisis económica, que sí reconoció que puede haber afectado y disminuido a la que llega a los aeropuertos desde el sur del continente americano. “La inmigración de África va a aumentar”, aseguró. “No podemos bajar la guardia”.
Repatriaciones El número de repatriaciones ha disminuido con respecto a 2008 un 18% (de 46.731 se ha pasado a 38.129), precisamente por ese descenso de llegada de inmigrantes. Sin embargo, ha sido ésta una de las medidas que se han incentivado en colaboración con los países de origen de la inmigración. Eso sí, el ministro dejó claro que a la hora de mandar a éstos de vuelta a sus países, su “prioridad” es “expulsar a aquellos inmigrantes ilegales que están en la delincuencia y que son potencialmente peligrosos”, lo que técnicamente denominó como “expulsiones cualificadas”. Éstas, según informó el ministro de Interior, han aumentado un 36% el último año hasta situarse en las 7.591, debido a la creación de una brigada especial.
“Si uno compara estos 7.591 inmigrantes ilegales con los cinco millones y medio de inmigrantes que hay en nuestro país verá que el porcentaje es ridículo. Lo digo para que nadie pueda pensar que esto proyecta una imagen sobre el conjunto de la inmigración en nuestro país, que son personas decentes y honestas, en su inmensísima mayoría”, añadió.
Menos en canarias Alfredo Pérez Rubalcaba destacó el descenso en un 75% de las entradas a través de Canarias (2.246 el pasado año, 9.181 en 2008). Así, la del pasado ejercicio supuso “la cifra más baja desde el año 2000”. A través de Ceuta y Melilla llegaron en 2009 un total de 1.108 inmigrantes (1.210 en 2008) y aumentaron las llegadas por costas de la península y Baleares, ya que hubo 5.039, frente a 4.244 en 2008. Esto podría deberse en parte a un posible cambio de ruta de las mafias.
Con respecto a la decisión del Ayuntamiento de Vic de no empadronar a los extranjeros que se encuentran en situación irregular, Pérez Rubalcaba declaró que “es una iniciativa que tiene que ver con la situación y la política del Ayuntamiento de Vic más que con otra cosa”, y le reclamó “que cumpla la ley”. “Una cosa es el padrón y otra la lucha contra la inmigración ilegal”, concluyó.
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