La muerte de dos personas en el incendio de una chabola en Leganés ha puesto de nuevo el foco sobre ellas.

Madrid – El incendio que el pasado martes acabó con la vida de dos personas en el asentamiento chabolista junto al instituto psiquiátrico «José Germain» de Leganés ha llevado a derribar en apenas veinticuatro horas las chabolas que ocupaban el solar desde hacía quince años. Tras el rifirrafe entre el Ayuntamiento, la oposición y la Comunidad de Madrid sobre la responsabilidad sobre el asentamiento, finalmente el Consistorio optó por usar la excavadora para acabar con el problema.
Pero ahí no ha quedado el asunto, en el próximo pleno municipal se tratará la cuestión puesto que, tanto el grupo popular en el Ayuntamiento como Unión por Leganés, exigen responsabilidades por el incendio que costó la vida a dos personas.
Esta polémica, trae de nuevo al primer plano el drama que viven casi un millar de familias en la región. En poco más de un año, cuatro personas han fallecido en otros tantos fuegos en distintos asentamientos ilegales. El suceso más dramático ocurrió en diciembre de 2008, cuando dos bebés murieron al arder el chamizo en el que vivían en el poblado de El Salobral.
Poco antes de aquello, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz – Gallardón firmaron un convenio para acabar en 2011 con los cuatro asentamientos chabolistas: El Cañaveral, Mimbreras II, Santa Catalina y El Ventorro, todos ellos en la capital. A estos se añadían los que ya desmantelados, Plata y Castañar, Pitis, La Quinta, Mimbreras I y El Salobral. Actualmente, el Gobierno regional, a través del Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS), contabiliza 900 chabolas en la región, entre núcleos y asentamientos. De éstos, los núcleos son 8 en dos municipios –Madrid y Móstoles– con 725 chamizos. Los asentamientos, en cambio, están más dispersos y son muchas menos infraviviendas, 23 localizaciones en seis municipios con 115 chabolas.
La capital atrae a la mayoría de la población chabolista, que se concentra en los distritos de Puente de Vallecas, Villaverde, Villa de Vallecas y Fuencarral el Pardo, aunque también hay presencia en Moncloa – Aravaca, Latina, Hortaleza y Usera. En total hay 731 chabolas.
En el resto de la región, Móstoles es la única localidad que tiene un núcleo chabolista, con 145 chamizos. Leganés es la siguiente población con más infraviviendas de este tipo, pero son poco más de una docena. Fuenlabrada, Alcalá de Henares, El Álamo y Velilla de San Antonio, son los otros municipios con presencia de chabolas, pero el número en toda la Comunidad –sin contar la capital– asciende a 179.
Para controlar el proceso de realojo y evitar que los asentamientos se extiendan o trasladen a otras zonas, el IRIS creó el mes de abril del año pasado un nuevo servicio de inspección, el Siviris, que recorre la región en busca de chabolas o asentamientos para realojar a sus habitantes.