Achaca el conflicto a su política de «papeles para todos».  Rubalcaba advierte al Consistorio: «Una cosa es el padrón y otra, la lucha contra la inmigración ilegal»

«¿Os acordáis de los “papeles para todos”, de las regularizaciones masivas y de una política suicida, de una modificación en la ley que no sirvió para nada?. Hemos pasado ahora a que sus propios compañeros de partido y sus socios, que apoyaron su actuación y su legislación, estén haciendo todo lo contrario». El líder del PP, Mariano Rajoy, se refería así ayer al conflicto abierto en Vic, después de que el Ayuntamiento, con alcalde de CiU y con el apoyo de PSC y ERC, aprobase una normativa de empadronamiento contra los inmigrantes irregulares.
Durante la clausura de la Interparlamentaria popular celebrada ayer en Palma, el presidente del PP pidió al Gobierno que «se avenga a razones» y cambie la Ley de Extranjería vistos los «efectos de la demagogia» en la localidad barcelonesa, al tiempo que lamentó que la normativa, tras los cambios hechos en su redacción, no valga «para nada». Si bien se mostró partidario de que la legislación se cumpla, también se ha posicionado a favor de que se modifique esta ley para evitar así  que se «generen más problemas» a los ciudadanos, informa Efe.
Y frente las fuertes críticas contra los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba quiso también ayer lanzar un mensaje  directo al Consistorio: «La ley es clara, obliga a las corporaciones municipales a empadronar y eso es lo que tiene que hacer». El ministro de Interior recordó asimismo que no es la primera vez en la historia de España que se plantea este debate y quiso recalcar, para despejar cualquier duda, que «una cosa es el padrón y otra cosa es la inmigración ilegal» y apostilló que esa iniciativa «tiene más ver con la situación política del Ayuntamiento de Vic que con otra cosa». «El padrón sirve para lo que sirve: para saber cuánta gente vive en un determinado municipio. La lucha contra la inmigración ilegal transcurre por otros caminos», recalcó Rubalcaba. El ministro aseguró que si el Ayuntamiento de Vic pide un dictamen sobre la regulación legal en este asunto, se le facilitará pero, insistió, la ley es clara.
En otro orden de cosas, el líder del PP hizo referencia a la sentencia del Constitucional sobre el nuevo Estatuto catalán, aún pendiente. En concreto, exigió al jefe del Gobierno que sea él quien dé las explicaciones pertinentes, pues fue él quien «prometió lo que sabía que no se iba a cumplir» y quien, tras «presumir de ser el gran protagonista», convirtió las relaciones entre el Ejecutivo central y la Generalitat en «un cementerio de promesas incumplidas».
Rajoy adelantó que la próxima semana presentará en el Congreso su propuesta de reforma fiscal que incluye una reducción en dos puntos de la cotización empresarial a la Seguridad Social y una reducción de la tributación en el IRPF de los rendimientos del trabajo.

El fin de la corrupciónen Baleares
«Ha habido compañeros que no se han comportado como debieran», reconocía ayer Rajoy, al tiempo que defendió a la mayoría de sus integrantes, en especial a los nuevos dirigentes, y prometió que acabará con las prácticas corruptas. Velará por ello en cualquier otro lugar y, especialmente, en Baleares, donde habrá candidatos que «darán la talla» y estarán «a la altura de las circunstancias». El presidente del PP explicó que él mismo decidió organizar la XV reunión interparlamentaria en Palma de Mallorca para lanzar un mensaje de apoyo sin grietas a la nueva dirección del partido en las islas y, en concreto, a su presidente desde hace pocos meses, José Ramón Bauza.