Madrid

El PSOE se apresuró ayer a responder a Mariano Rajoy, difundiendo un comunicado en el que aseguraba que la Ley de Extranjería «es clara y está para cumplirla».

El texto, firmado por la secretaria ejecutiva de Integración y Convivencia del partido, Bernarda Jiménez, asegura que no es la primera vez que el PP plantea la posibilidad de cambiar la legislación y plantea la tesis socialista sobre este asunto: el PSOE ha subsanado los errores cometidos por los ‘populares’ cuando éstos gobernaban, y ahora España tiene la ley reguladora de la inmigración «más progresista» de Europa, informa Europa Press.

Jiménez recordó además que la norma actual se sacó adelante en el Congreso con el consenso de diferentes fuerzas políticas y tras un amplio debate.

Por ello, la dirigente socialista pidió a Rajoy que «no insulte la inteligencia de los inmigrantes » y que sea «consecuente y responsable» con sus declaraciones, porque, según dijo, «fomentan el racismo y la xenofobia». Es más, pidió a los propios inmigrantes que estén «vigilantes» para «defender y exigir el cumplimiento de todos los derechos que la nueva Ley de Extranjería les reconoce».

En este sentido, y en referencia a los cambios introducidos por algunos municipios en la normativa, Jiménez recordó que «todos los inmigrantes tienen derecho a empadronarse en cualquier municipio, sea Vic o Torrejón de Ardoz».

Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, volvió a ser ayer el encargado de manifestar la opinión del Ejecutivo frente a todos los que están cuestionando la legislación sobre extranjería y los empadronamientos.

Rubalcaba transmitió al Ayuntamiento de Vic, que pretende dejar de empadronar a los inmigrantes que estén en situación irregular, que «una cosa es el padrón y otra la lucha contra la inmigración ilegal». Y repitió, como ha hecho en los últimos días, que la legislación al respecto es «clara» y que la iniciativa de la localidad barcelonesa no se ajusta a ella.

Sobre la posibilidad de que Interior elabore un dictamen, Pérez Rubalcaba explicó que, si el municipio lo pide, se hará. No sin antes opinar que todo lo que está ocurriendo en Vic es consecuencia de la «situación política» del pueblo, donde la segunda fuerza es un partido de ultraderecha.