Rajoy propone endurecer la Ley de Extranjería en plena polémica de Vic

El País, CARLOS E. CUÉ, 17-01-2010

Tras unos días de dudas, en los que contrastó la firmeza en contra de la decisión del Ayuntamiento de Vic (Barcelona) de no empadronar a inmigrantes sin papeles de Alberto Ruiz – Gallardón con el mensaje más tibio de otros dirigentes populares, Mariano Rajoy decidió ayer entrar de lleno en el asunto desde Palma de Mallorca. Y lo hizo para colocarse del lado del discurso más duro sobre la inmigración.

Rajoy, quien durante la campaña electoral de 2008 se concentró en esta línea – “aquí no cabemos todos”, dijo en un mitin en Canarias que marcó un punto de inflexión en la campaña – , trató de mantener ayer la cautela pero lanzando un claro mensaje de dureza. “Del papeles para todos, de las regularizaciones masivas, de una política suicida, hemos pasado ahora a que los compañeros del PSOE y los socios hacen lo contrario”, dijo en referencia a la propuesta del Ayuntamiento de Vic, gobernado por CiU, PSC y ERC.

“Cuando las cosas se hacen mal, acaba notándose. La ley está para cumplirse, y hay que cumplirla. Pero de la misma manera digo que hay que modificarla. En este momento, vistos los efectos de la demagogia que llevan haciendo durante años, tienen que modificar la ley, avenirse a razones y cambiar su política para no generar más problemas a los ciudadanos”, sentenció. Mariano Rajoy no explicó en qué sentido hay que cambiar la ley, pero en su discurso, y en las propuestas del PP sobre este asunto, queda muy claro que lo que proponen es endurecerla.

El discurso duro sobre inmigración, eje de la estrategia de prácticamente toda la derecha europea, le llevó al PP a votar en contra de la última reforma de la ley de inmigración, que se aprobó en octubre del año pasado con el apoyo de PNV y CiU, y en la que se endurecían algunas cuestiones. Por ejemplo, se pasaba de 40 a 60 días el límite de estancia en los centros de internamiento para extranjeros.

Los populares detectan en las encuestas que este discurso, aunque tiene el riesgo de movilizar a la izquierda en su contra, es muy bien acogido entre sus votantes y especialmente en las zonas que más sufren la crisis económica, de tradicional dominio socialista. Los populares, inspirados por el modelo del presidente francés, Nicolás Sarkozy, proponen un contrato de integración y, aunque aún no quieren marcar criterio sobre qué hacer con los empadronamientos, insisten en que los municipios están ahogados y no pueden soportar la carga de todos los servicios sociales.

Pero además de la inmigración, Rajoy había venido a Palma de Mallorca a tratar de rescatar al PP balear del caos de corrupción y división interna en el que se instaló en 2009. El líder del PP, que tuvo una relación muy estrecha con Jaume Matas, el ex presidente balear, investigado por posible corrupción y acosado por los escándalos sobre su nivel de vida, evitó ayer defender expresamente la figura del referente del partido durante una decena de años.

No lo citó expresamente, pero tampoco lo defendió, cuando pronunció su frase más significativa sobre la corrupción: “En el PP balear habéis pasado momentos difíciles, todo el mundo lo sabe. Hay compañeros que se han comportado como no debían, y máxime cuando se ejerce una responsabilidad política. Lo sabemos todos, no hay que ocultarlo. No aceptaré ni aquí ni en ningún lugar de España esos comportamientos”.

Después, Mariano Rajoy lanzó sus habituales mensajes de defensa de la presunción de inocencia, siempre mucho más aplaudidos por los militantes que su reconocimiento de los problemas, y les pidió a sus compañeros en Baleares que caminen “con la cabeza levantada”.

Rajoy organizó una reunión interparlamentaria de dos días en esta comunidad, donde el PP sufre el goteo de casos de corrupción con más de 20 imputados, para reforzar al nuevo líder, José Ramón Bauzá, elegido entre otras cosas porque no tuvo vinculación con el Gobierno de Matas. La mayoría de los dirigentes dan por hecho que Bauzá no se someterá antes de las elecciones de 2011 a un congreso interno – en el último fue elegida Rosa Estarás, pero ella cedió el puesto a Bauzá, agotada y con la imagen deteriorada, puesto que fue vicepresidenta de Matas – , con lo que la dirección intentará que la crisis interna se acabe disipando.

Los miembros de la cúpula consultados no niegan la existencia de graves problemas, y temen el goteo de decisiones judiciales, pero también confían en que si Génova consigue imponer una cierta paz interna – para eso se vino toda la cúpula hasta Mallorca durante dos días y Rajoy insistió una y otra vez en su apoyo total a Bauza, a quien abrazó – el éxito es posible en 2011 porque sólo un escaño les separa de la mayoría absoluta y sobre todo porque enfrente también tienen problemas, con los casos de corrupción de Unió Mallorquina y las diversas crisis del pacto de gobierno.

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