Zapatero defiende que los derechos de los inmigrantes están "por encima de todo"
Montilla recibe con recelo la ofensiva del Gobierno contra la propuesta de Vic
La Vanguardia, , 15-01-2010CRISTINA SEN – Barcelona
ANDANADA EN EL PALAU De la Vega afea ante Montilla y la clase política catalana las pretensiones de Vic
FRENO EN EL GOVERN El Ejecutivo catalán cree perjudicial azuzar un debate sobre la inmigración
José Montilla regresó ayer a la recepción que la Generalitat ofrecía con motivo de la presidencia española de la UE cuando apenas quedaba nadie. El president había acompañado a María Teresa Fernández de la Vega hasta el coche oficial y volvía con ganas de dar discretamente su opinión sobre la andanada que minutos antes la vicepresidenta del Gobierno había lanzado contra el Ayuntamiento de Vic por la polémica sobre el empadronamiento de los inmigrantes. Una andanada que se convirtió en una ofensiva en toda regla del Ejecutivo: el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se pronunció al respecto, y también lo hizo el ministro del Interior, Alfredo Pérez-Rubalcaba.
En el Palau de la Generalitat no se piensa lo mismo y se prefiere evitar una batalla política sobre la inmigración.
La acción coordinada de la Moncloa tuvo como centro principal Bratislava, desde donde Zapatero aseguró que el Ejecutivo será “firme” en la defensa de la convivencia y señaló que el principio de la “integración” debe mantenerse por encima de cualquier circunstancia". Con un mensaje de corte izquierdista, el presidente insistió en el debate de los principios al subrayar que los inmigrante irregulares “tienen derechos, son seres humanos y es necesario recordarlo”. El presidente dijo que no quería hacer referencias negativas sobre el Ayuntamiento de Vic, pero ahí estaban expuestas.
Para Zapatero, las pretensiones
- de momento, no ejecutadas-del Consistorio son de corto alcance y buena muestra de la irritación que está produciendo en el Ejecutivo este debate fueron las palabras que dejó De la Vega en un acto institucional en la Generalitat, ante Montilla, la clase política catalana y representantes de la sociedad civil. Era un acto sobre la presidencia española de la UE, por lo que la referencia a Vic sonó como un reproche a la tibieza con la que el Govern de la Generalitat está capeando el tema. La vicepresidenta apeló a la “sensibilidad” de España con la inmigración, a su condición de “vanguardia europea” y destacó que cualquier proyecto cívico se construye “sumando y no restando, con respeto a los derechos y nunca desde la exclusión”. A renglón seguido se refirió directamente a Vic para destacar que se está intentando “orillar la legalidad, ignorando los derechos que la ley consagra y dando marcha atrás en conquistas de la ciudadanía”. Esto, remachó, debería estar condenado al fracaso.
Para De la Vega, sus opiniones son las que representan el sentir mayoritario de los catalanes. Aunque debería ponerse algún pero a esta observación. El president Montilla analiza el debate desde otro prisma. En primer lugar, considera que hasta que el Ayuntamiento no tome una decisión no se puede tomar ninguna medida en contra. Pero, sobre todo, lo que no quiere el Govern es atizar un debate sobre la inmigración que considera peligroso y contraproducente. La premisa en la Generalitat es, según se señala, que más vale que no prenda un problema en Catalunya que en estos momentos no existe o no es preocupante.
Por lo tanto, el Govern insiste en que no tomará medidas ni se puede amenazar con medidas cuando el Consistorio aún no ha dado un paso en firme. Y se mira con recelo la presión de Madrid al entender que puede volverse en su contra. En Vic, se recordaba ayer en Palau, se han hecho cosas buenas por la inmigración, y hay que valorarlas.
Pero el Gobierno lo tiene claro y lo remató Alfredo Pérez Rubalcaba. “La ley se cumple”, dijo, y lo que se está haciendo “es un disparate”.
(Puede haber caducado)