EL DEBATE DE LA INMIGRACIÓN / Las posturas políticas en el Ayuntamiento de Barcelona
El PP exige más rigor en el control del padrón de BCN
El Mundo, , 13-01-2010Fernández aboga por hacerlo accesible a la policía y Martí replica que es «un instrumento de conocimiento, no de control» Barcelona
El presidente del grupo municipal popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, recuperó ayer una de sus demandas históricas en su discurso de ciudad para exigir al bipartito «más rigor» en el control del padrón de la capital catalana. Fernández teme que la falta de inspecciones periódicas sobre la información aportada por los inmigrantes llegados a la ciudad provoque un «efecto llamada» entre los sin papeles. «El gobierno municipal tiene que verificar los datos que se aportan en el padrón y facilitar que la Policía Nacional – con competencias en Extranjería – tenga acceso a esa información», aseveró Fernández, para quien la coordinación con las fuerzas de seguridad «evitaría las redadas» para la detección de las mafias que actúan contra la inmigración ilegal y la existencia de los denominados pisos patera.
Fernández Díaz discrepa del modo cómo el Ayuntamiento de Barcelona gestiona la información que le reportan los recién llegados a la ciudad, algo que, a su juicio, alentaría la llegada de inmigrantes ilegales porque gozarían de la «relajación administrativa» frente a un control férreo y exhaustivo de todos los datos, tal y como exigen los populares.
El líder municipal del PP desvinculó su propuesta de la decisión del Ayuntamiento de Vic de no empadronar inmigrantes en situación irregular, y detalló que esta demanda ya la planteó el 23 de enero de 2008.
Por su parte, el primer teniente de alcalde, Carles Martí, rebatió las consideraciones de Fernández al replicar que el padrón de Barcelona es «un instrumento de conocimiento, no de control» por lo que alegó que «en todos los casos, cuando se justifica la existencia de una investigación oficial, el Ayuntamiento siempre colabora».
«Las ciudades sufrimos las consecuencias de las complejidades de la gestión de los flujos migratorios, y debemos hacer frente a la realidad de nuestros barrios y servicios. Pero nosotros no somos los responsables del cumplimiento de la Ley de Extranjería, nosotros debemos garantizar la cohesión y la convivencia y esto es lo que hacemos», puntualizó el también primer secretario del PSC de Barcelona. Martí expuso en su argumentación que «el padrón es una obligación, según la ley de bases de régimen local. Esta norma regula las condiciones para empadronarse y no dice en ningún lado que se tenga que mostrar el permiso de residencia o de trabajo sino que, concretamente para los extranjeros, con el pasaporte ya es suficiente».
El primer teniente de alcalde aprovechó incluso para arremeter contra los años de gobierno del PP en Madrid, entre 2001 y 2004, porque «fue cuando más personas entraron en nuestro país en situación irregular» y que la cifra «desde entonces ha ido bajando».
Al poco de exponer sus consideraciones, Fernández reconoció que «no sería la primera vez» que algunas entidades le acusen ahora de racista y xenófobo por sus reivindicaciones y destacó que la ecosocialista Imma Mayol pidió desobedecer la norma que aprobó el gobierno central del PP para que la policía accediese al padrón municipal.
Según el líder popular, la falta de rigor permitirá que 19.500 barceloneses sin domicilio fijo, y que están empadronados en dependencias municipales, puedan votar en la consulta de mayo sobre la reforma de la avenida Diagonal. «Sabemos que gracias a la actitud del Ayuntamiento pueden acceder a los derechos sociales básicos y votar a la consulta», criticó.
En la presentación de los ejes estratégicos de actuación de su partido para 2010, Fernández también destacó que la próxima consulta de la Diagonal evidenciará la «pifia» en el planteamiento del alcalde Hereu, y vislumbró un horizonte «tridimensional» en la ciudad, con «tres opciones (PSC, CiU y PP) en discordia».
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