Convergència Democràtica de Catalunya abordó ayer el conflicto creado en Vic con cierta incomodidad. El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, dio por hecho que tanto los concejales de CiU como el alcalde, Josep Maria Vila d’Abadal, de Unió, respetarán la legalidad y lo reclamó: «Lo esperamos y lo exigimos». Y aseguró que si el consistorio ha cometido un error es «de explicación». Unió, por su parte, emitió un comunicado pidiendo respeto por la actuación municipal.

También con compañeros de partido en el equipo de gobierno de Vic, el viceprimer secretario del PSC, Miquel Iceta, criticó su plan de inmigración : «No se ajusta a la legalidad y sería necesario que lo estudiasen y quizá, lo rectificasen». «No se puede condicionar el empadronamiento a la obtención previa de la residencia. Va contra la lógica», denunció.

El secretario general de ERC, Joan Ridao, abogó por que la medida sufra cambios, pero sostuvo que empadronar «no es solo dar papeles, sino también conocer la realidad del país».