Abandonan el CETI los primeros veinte indios retenidos en Melilla desde 2005

Diario Sur, VENTURA GARCÍA, 12-01-2010

Antes del próximo mes de febrero abandonarán el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes los alrededor de 80 indios que residen en Melilla desde hace casi cinco años. Ayer comenzó a tramitarse la expulsión de los veinte primeros, que desde minutos antes de las 9.00 horas fueron reuniéndose a las puertas de la Jefatura Superior de Policía para cumplimentar los trámites. Según las fuentes consultadas por Onda Cero, que adelantó la noticia en su informativo de las 14.00 horas, estos asiáticos serán trasladados al Centro de Internamiento de Madrid, de donde saldrán sesenta días después aunque sin papeles.

Estos 20 indios, llegados a Melilla en 2005, forman parte del primero de los grupos que a lo largo del mes de enero partirá de la ciudad rumbo a la península. Según los testimonios recogidos entre el colectivo de inmigrantes asiáticos, se trata de una gran noticia para ellos porque tendrán la oportunidad de reunirse en las grandes capitales con otros compatriotas que entraron en España de forma ilegal y consiguieron regularizar su situación. Madrid y Barcelona serán los principales destinos de unos hombres que reconocen estar muy contentos por dejar de lavar coches y enfrentarse, aunque sea sin papeles, a una nueva vida con más posibilidades.

Bengalíes

También los inmigrantes bengalíes han acogido la noticia con satisfacción porque confían en seguir muy pronto los pasos de sus compañeros y abandonar, tras casi cinco años de espera, el Centro de Estancia Temporal de Melilla. Desde que entraron de forma ilegal en España, los bengalíes han comprobado cómo se incumplían sistemáticamente no sólo las promesas de la administración, sino también las normas que regulan el funcionamiento de los centros de estancia temporal de inmigrantes . Durante el último lustro han sido testigos de la llegada y salida de cientos de personas que, por proceder de distintos países, han visto cumplido sus sueño de residir legalmente en España o han regresado a casa sin dejarse por el camino los mejores años de sus vidas.

Después de tanto tiempo, y aunque se han puesto en contacto con oenegés, abogados o políticos, ni si quiera han llegado a entender la razón de su prolongada estancia en Melilla. En cualquier caso, los bengalíes ya expresaron el mes pasado su deseo de que se pusiera fin en 2010 a una situación que sobrellevan resignados y gracias al apoyo de los melillenses, que desde el primer momento han tratado de hacer de su vida en la ciudad una experiencia menos penosa.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)